Quédate con lo mejor de Alemania, sólo.



Mucha gente le tiene manía al alemán y es comprensible, a nadie le gusta sufrir aprendiendo o sentir que le están increpando.

“La vida es muy corta para aprender alemán” –dicen

Pero hay una cosa muy buena que tiene el alemán para la comunicación, 

muy, muy buena

y para las ventas, muy, muy buena 

si sabes cómo implementarla,

es muy, muy buena.

¿El país va bien por el idioma?

No sé, no creo

pero fíjate porque hay un detalle en el idioma que es simple, pero muy poderoso.





Cuando compartía piso con un alemán, Chris, él me contaba que se ponía muy nervioso hablando inglés o francés,

no porque no supiera, por eso no, los hablaba perfectamente.

ellos generalmente hasta que no hablan un idioma perfectamente no lo sueltan.

¿El país va bien por eso?

Pues tampoco lo sé, y tampoco lo creo. 

Pero hubo una cosa que me dijo, cuando me contaba que se ponía nervioso, que me gustó:


–Sabes, cuando hablo alemán, nadie me interrumpe. En francés y en inglés, lo hacen constantemente. Y es frustrante.

¿Es por la educación?

No, que va. Es que en alemán, como decimos el verbo al final, pues hasta que acabas la frase nadie sabe lo que vas a decir. No lo pueden adivinar, y como no ven por dónde vas, no te interrumpen. Te dejan acabar.





¿Te imaginas que nos dejásemos hablar?

No sé si la cosa nos iría tan bien, no somos protestantes,

pero, ¿te imaginas qué pasaría si nadie compitiera por colonizar la oreja del de al lado?

¿Nos iría mejor?

Tampoco lo sé, a ver, tenemos muchos bares. Y a Jesucristo lo tentaron con muchas cosas, pero con un bar no.

Pero esta tampoco es la cuestión.





La cuestión es esta:

¿Qué pasaría si un cliente quisiera escuchar todo lo que tenemos que decirles hasta el final?

¿Qué pasaría si tuviera esa curiosidad, porque no fuéramos predecibles?

esa que no tiene cuando lee:


…tenemos como misión fundamental la satisfacción del cliente y apostamos por la calidad profesional mediante una serie de servicios multidisciplinares que se adaptan a las diferentes necesidades…


No, esa no.

Y no, tampoco lo lee nadie 

La madre del fundador quizá sí, pero esa no le contrata.


Hay dos motivos por los que no alguien no pararía de escucharte:

1. Porque lo que digas sea interesante.
2. Porque hables de ellos.

Así no te interrumpen. 

Aquí no te interrumpen 

Mucho más, aquí.

Pablo.