Lo que pienso de la página “nos diferencia” en una web.

 
 
Las recetas de marketing las carga el diablo.

Y hacer caso literal a según qué consejo te puede dejar en una posición frágil.

Si entiendes el principio y lo integras, igual no.

Si no lo haces y lo aplicas literalmente, pues igual es raro.




Me explico.

Eso de “diferenciarse” no es que sea una opción, es que puede que no haya más remedio.

Pero lo puedes comunicar bien o lo puedes comunicar menos bien.

Y si lo hacemos menos bien y a las bravas, puede parecer que somos ese niño que reza para que no le elijan el último cuando se forman equipos en clase de gimnasia.

“Soy bueno, no te olvides de mí”.

Y aunque es cierto, quizá no es la mejor manera.




Un ejemplo lejano de alguien que (en su día) hizo todo lo contrario.

Lady Gaga.

¿Nos dijo que era diferente cuando salió?

No lo recuerdo, creo que no.


¿Importaría?

No


¿Por qué?

Porque es diferente y punto.

Lo ves, lo hueles, lo respiras.

La miras y lo sabes.

Escuchas sus canciones, miras cómo se viste y se comporta, y es diferente.

Ella no necesita hacer campaña literal con sus diferencias.

No reza, como reza ese niño.

Todo el mundo lo tiene claro.




Un ejemplo más cercano:


“No soy como las demás”.

– Una chica que es exactamente igual que las demás.


Si fueras diferente,

si tuvieras un aura que te hace “especial”,

pues quizá no necesitarías hacer la misma campaña que hace el resto.

La campaña literal.

Tu cliente ya lo ve y te quiere en su equipo.




¿Significa que no debemos hacer nada?

No.

Significa que una cosa es decir que eres diferente, 

y otra cosa es serlo.


Que una cosa es contarlo, 

y otra muy diferente hacerlo sentir.




(Luego están los que dicen que son diferentes rellenando huecos en plantillas, ahí ni me extiendo porque es insultar la inteligencia de la gente)




Bueno, pues esto es lo de siempre.

Vivir, seducir, vender.

Y más allá de la “diferenciación”, quizá sea interesante preguntarse una segunda cosa.

Una segunda cosa igual de importante o más:


“Esto que yo trato de poner en valor para diferenciarme,

¿es lo que me va a hacer vender más?”



Porque igual sí, pero igual no.
 
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