¿Cuántas veces te enfadas con alguien que admiras?

Lo más importante son las ventas.

Eso está claro.

Si no hay ventas, no hay negocio, eso es así.

Pero hoy voy a hablarte de un matiz que no sólo hace vender más, eso también, sino que hace vender mejor.

Y si tienes a algún chaval en atención al cliente, igual no te pide la baja por depresión justificada.

Ni eso, ni tú acabas dándole descuentos a tus peores clientes, reforzando la cultura del “el que no llora no mama”.

No me lío: vender más y mejor.


“¿Mejor es más ético?”

 No, espera.

“¿Más creativo?”

No, no.

Te comento:

Yo de esto no me dí cuenta porque en mi negocio no ha habido un cambio en la comunicación…

(Una evolución natural sí ha habido, pero un cambio no)

El caso es que sí he visto lo que les sucede a algunos clientes cuando cambian algunas cosas en su comunicación.

Un experimento para verlo:

​– Cuando sientes que una empresa te ha dado un mal servicio, ¿cuánto te cuesta montarle un pollo?

Igual poco, igual mucho, depende de ti.

– ¿Y cuando es una persona que no conoces?

Igual algo menos.

​– ¿Y cuando es una persona que respetas o incluso admiras?




¿Lo ves?

Si sabes construir eso, te quitas de encima una colección incalculable de situaciones desagradables.

​¿Llevarás la mala educación al 0%?

No, pero casi nunca vendrá por parte de la gente que te valora, eso seguro.

Lo que a cualquier persona que saque mínimo un notable bajo en sentido común no le cabe en la cabeza, es como mucha gente con empresas importantes le pide a su sobrino (que no tiene falats de ortografía) que le construya ese respeto en interné.

No sé, es como sentarte delante de un cliente a cerrar un trato y que hable él también.

Ya te digo, a poco sentido común que tengamos esto se ve.

​Impacto, respeto y ventas, abajo:

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