Lección de mentalidad de un tipo bajito en la cárcel

Una escena.

Es de la película Watchmen.

La película es de 2009, pero recordé esa escena hace poco.




Vemos un comedor en la cárcel.

Varios presos están en fila con la bandeja metálica y los cocineros les sirven.

Cubiertos,

Primero,

Segundo,

Pan y postre.

En esa fila, hay un tipo muy bajito (y aún encima pelirrojo) con cara de mala hostia.

Mira al infinito, no moleste a nadie.




Justo al lado suyo, en la cola, hay un negro que le saca una cabeza:

– Hola, Rorscharch, ¿tú eres muy famoso, no? Jajajaja…

– (El tipo bajito ni se inmuta, solo mira la freidora) 

– Yo también soy muy famoso, ¿verdad que sí?




El resto de presos, como borregos en una manifestación, dicen:

“Seeeeeehhhh….”




El negro se gira hacia el tipo bajito mientras saca un cuchillo de la manga:

– A lo mejor puedo darte un autógrafo, ¿eh? ¿Qué me dices, campeón?




Cuando va a clavarle el cuchillo, el tipo bajito hace lo siguiente:

1. Lo frena con la bandeja de metal.

2. Luego le da en la cara con el canto de la misma bandeja.

3. Rompe la vitrina, coge la freidora y le tira el aceite hirviendo a la cara.

5 segundos.

El otro grita tan fuerte que el comedor entero se paraliza.

Hasta ahí nada.




Pero luego el tipo bajito se da la vuelta muy tranquilo, y con los gritos de fondo le dice al resto:

“Me parece que no lo entendéis.

Yo no estoy encerrado con vosotros…




Vosotros estáis encerrados conmigo”




Qué salvaje este tío.




Bueno pues te comento:

Muchos ya muy grandes no se atreven a hacer ciertas cosas cuando venden porque “virgencita que me quede como estoy”

Así no se habla mucho de ellos y nadie dice nada.

Esto son noticias estupendas para el que quiere (con el mismo trabajo) recibir mucha más atención e interés del mundo y crear sus propias opciones.

Que ojo, que te recomienden está muy bien.

Pero aún dependes del recomendador.

Para quitarte dependencias, y crecer con tus propias armas:

hay algo más aquí