No lo conoces y es un genio.

Esto que te cuento es real aunque no lo parezca.

Te confieso dos cosas antes.

Para situarte.

Dos cosas.

Una personal y otra profesional:




La personal es que dejé de tener conversaciones sobre temas que acaben en –ismo.

El –ismo que tú quieras, elige uno.

Elige el que más te guste.

¿Izquierda… derecha?

¿Al centro…  pa’dentro?

El que tú quieras, no me vale ninguno.

Ideología es miopía.

Son ganas de no pensar. 

Y la realidad eso no lo perdona.

Y las ventas son la realidad.




Esto me lleva a la confesión profesional:

Hace un tiempo que me obsesioné muy bestia con colaborar exclusivamente con gente aterrizada.

Gente con criterio propio.

Gente que no subcontrata su actividad cerebral porque pueden pasar cosas como las que te cuento ahora.

Aún colaboro con alguien que colabora con otro alguien.

(Ya no lo hag así, pero esto empecé hace varios años, fue mi primer cliente y ya sabes… todo son emociones)  

Como decía:

Alguien-1 colabora con Alguien-2.

El grupo Alguien-2 es muy grande, venden muchas cosas.

El director de marketing de Alguien-2 le dijo a Alguien-1:

– Ve sacando fotos de lo que tenemos en el catálogo, pon sus características, enfatiza que tenemos esas piezas en el stock y que somos los principales distribuidores y cubrimos todo el territorio nacional.




– Ya he acabado.




Empieza otra vez.




JAJAJAJAJAJAJAJAJAA 

La madre que nos parió a todos.

Ese tio es un puto genio.

Se mete unos 65.000€ al bolsillo (según Google) y esa es la estrategia.

Lo siento por los justicieros, pero ese tío se merece cada euro que se meta en el bolsillo.

Cada euro.

Si ha conseguido que le paguen eso con esa estrategia, para mí es un genio (poca broma) y se merece cada euro.




Pues eso. 

Que yo tengo una propuesta testicular.

Si son tus estrategias y no las mías, lógicamente ya no puede ser testicular.

(No puede ser testicular ni otra cosa)

Si no escribo lo que pienso que debo escribir, no hay garantía.

Esto es como abrir el ordenador, ponerle la pieza que tu quieras, comerte un solomillo encima y luego ir a que te devuelvan el dinero.

No puede ser.

Porque para pedirle explicaciones a alguien por su trabajo, primero debes asegurarte que el trabajo es suyo.

Detalles abajo:

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