Te cuento algo que casi-siempre cuento en auditorías.
He dicho casi-siempre por no ser muy bestia.
Pero es más siempre que casi-siempre.
Vamos a situarnos:
Es bastante fácil saber si alguien sabe lo que hace en su página de inicio.
(Se ve tan pronto que parece hasta que sea una revelación)
Por ejemplo:
Digamos que ese alguien que hace su página de inicio está algo verde.
No pasa nada, todos lo estamos en algún asunto y en algún momento.
Vivir es lo que tiene.
El caso es que le pasa esto:
1. El tipo asume que si entran ahí es porque ya le quieren.
2. El tipo asume que su cliente sabe lo que él hace.
(y no, no lo sabe)
3. El tipo asume que es normal lanzarse a los brazos de su cliente y hablarle como su madre cuando se le cayó el primer diente.
Pues ahí están.
Es muy difícil que dando esas 3 capas de pintura una web no funcione mejor.
Ahí las tienes, úsalas como quieras.
A mí me parece que asumir esos 3 puntos igual es mucho asumir.
A mí.
Pero vamos, que morirse… no se muere nadie.
Ahora, sí pasan cosas que dan pena si uno quiere exprimir su negocio.
Veamos:
Para no columpiarme con los números (mala memoria para las cantidades) he buscado en Google:
“Cuánto tardamos las personas en formarnos una opinión sobre alguien”
Leo:
– “La mayoría de los psicólogos concluyen y consensan que sólo bastan 7 segundos.”
– “Suele decirse que bastan 30 segundos para…”
– “Se ha calculado que tardamos menos de 10 segundos en …”
¿Entonces qué?
¿30?
¿7?
¿Un suspiro?
Qué más dá.
No importa los segundos si acabas en el cajón.
Y quizá no te lo crees, pero es demasiado habitual en un negocio perder contactos de calidad por detalles que nada tienen que ver con tu trabajo.
Repito:
Que nada tienen que ver con tu trabajo.
Es decir:
Que el problema no está en que tú sigas haciendo lo mismo.
El problema está en cómo lo ven ellos.
Si sabes qué tocar al principio de una página de aterrizaje algo verde pues la puedes mejorar en un 25%.
No es magia.
¿Un contacto más gratis por cada 4 (y de más calidad)?
No es muy complicado.
Ahora, para quien quiere (y puede) ir al máximo…
