Aviso:
Todas o casi todas las referencias que hago aquí serán incorrectas y no importa.
Lo importante aquí no son ni los nombres ni los apellidos ni las fechas ni nada de eso.
Es lo que pasó.
Lo importante es que hay gente que piensa que esto que voy a contarte es una tortura inhumana y otros ven algo.
Aclarado esto:
Paseaba por Gran Canaria en una playa que tampoco me acuerdo cómo se llama.
Era algo al sur de Carboneras, creo que era el confital o algo así, porque me viene la fruta que lleva el roscón de reyes a la cabeza cuando pienso en ese lugar.
Iba con mi amigo Luis, que también vende.
(Como todos, solo que él sí lo sabe)
Piedras, arena…
Era un terreno al que nadie aún le había dado una capa de pintura humana: salvaje,bonito.
Y me contó esta historia que si te sorprende… ojo.
No sé si era Jean-Paul Sartre con Simone de Beauvoir.
O si era Albert Camus.
Era uno con la otra, eso seguro.
El caso es que según me contó mi amigo, a uno de esos dos tipos le costaba mucho dejarse llevar con ella.
¿O era a ella con uno de ellos?
No lo sé.
No importa.
El caso es que a uno de ellos le costaba mucho rendirse a ese “amor”, bajar los brazos, no irse con otras… ya sabes.
Pues ese gran “amor” por lo visto nunca se apagó y el incendio duró hasta la muerte de uno o de la otra, tampoco lo sé.
¿Una tragedia?
¿Una comedia?
¿Padre ausente?
No importa eso.
Lo que importa es saber que en esta tontería se esconde mucho dinero y que no será para gente demasiado “razonable”
(Según ellos, claro)
Para saber qué activa todas esas cosas, coger lo bueno, orientarlo y que más gente se vuelva loca por que les ayudes tú y no te manden mensajes grises tipo:
“Me lo pensaré y te digo”
“Gracias por la información”
“Tienes razón”
…Y demás estupideces que no llevan a ningún sitio, tengo una consulta abierta si tú tienes una buena empresa… hay algo más aquí