Una adivinanza ridícula que no vas a acertar (y deberías).

Las nuevas teorías sociales nos cuenta que ya prácticamente no hay cosas para chicos y para chicas. Que no deberían haberlas.

Que no hay diferencias.

(Aquí se ríe un departamento de marketing entero.)

En parte tienen razón. Lo masculino ya no se asocia enteramente al hombre, ni lo femenino a la mujer.

En fin, no sé mucho de géneros.

Pero, ¿por qué te cuento esto?


Porque el otro día una amiga me animó a ver una serie de médicos con más temporadas que Los Simpsons.

Anatomía de Grey.


No soy su público objetivo–le dije bromeando, mientras decía la verdad.

¿Dices que no es para chicos?

Digo que ayuda a conectar más a los deseos femeninos.

–¿Por los discursos intensos?

–Sí, pero es aún más fácil.

–¿Por que siempre se habla de relaciones?

–También, pero es aún más fácil. Sólo se necesita un fotograma para saberlo, si sabes mirar.


Un buen copywriter debería ver esto enseguida.

Le debería de saltar a los ojos rápidamente, porque está más en contacto con la realidad que con las nuevas teorías sociales.

Hay cosas que deberían ser, y cosas que son.


¿La respuesta?





Pues que en las parejas que se forman, ellos son por norma mucho más guapos que ellas.

(Además de masculinos, seguros, pacientes, equilibrados, nada arrogantes, e ignorantes absolutos de su encanto. Lo que les hace todavía más encantadores.)

Y eso se ve en una foto de grupo o de pareja, en 0,03 segundos.



Un ejemplo de cuando yo veía la serie (¿2006?) es una enfermera (de cuyo nombre…) que era bajita, gordita y digamos no muy atractiva físicamente.

¿Su novio? Un galán, como diría mi abuela.

Si entra a un pub en mi pueblo lo vacía.

Si esa serie fuera para hombres, pues la pareja de ese chico no sería esa enfermera.


Sería una versión de Jennifer López.


Que sí, que la primera tiene otros encantos, por supuesto. La atracción no es tan simple.

Pero las tendencias de la atracción sí lo son.


No solo los guionistas de Anatomía de Grey supieron elegir las reflexiones para mover emocionalmente.

Los chicos del casting supieron elegir los productos para saber dibujar y despertar los deseos de su cliente: las mujeres.


¿Tú sabes si le estás despertando cosas a la gente que te va a comprar?


Porque a lo mejor tu mensaje es una cosa y tu público es otra.

Y quieres que les interese, pero no.

A lo mejor tu caso no es tan simple.

Si te interesa encoger un poco la barriga de tu cliente, es ahí en el link.

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Pablo.