Un punto débil de tu fórmula de lanzamiento favorita.

No sé si alguna vez has utilizado una fórmula de lanzamiento.

Si no sabes ni lo que es, no pasa nada.

Lo digo en serio.

No es imprescindible.

La han vendido como imprescindible, pero en realidad no lo es.




Muy rápido por si no sabes lo que es:

1. Calientas a la gente con anuncios diciendo que tienes una serie de “webinars gratuitos” donde vas a enseñarles a hacer algo de forma altruista de forma que no sospechen que tú tienes que pagar autónomos.

2. Los metes ahí.

3. A esa semana, la llamas “la semana de la fontanería” si eres fontanero y los acribillas a mails, anuncios….

4. Apilas bonus hasta que te da un parraque a ti o a ellos.

5. Abres el carrito.

6. Rezas, compras velas, duermes con videos de abundancia en ondas alpha cerebrales…




(El siguiente paso está reservado a genios de la persuasión)




7. 48 horas después (si no has vendido lo que querías) haces un vídeo casual diciendo que no paran de pedirte que por favor vuelvas a abrir el carrito y que como tú llevas 3 días sin dormir pensando en lo injusto que es no poder cambiarles la vida… pues lo vas a abrir.

8. Repites esos 5 pasos cada X meses. 

Esta última es muy importante.




Te cuento por experiencia.

Experiencia propia, no ajena.

La situación de la gente es muy cambiante.

A ti te da por algo un mes, ese mes es tu vida, y luego pasa cualquier cosa y de golpe no es tu prioridad.

¿Lo sigues queriendo?

Igual sí.

Pero es que cuando quieres algo que no es tu prioridad, no te apetece gastar dinero ahí.

Te apetece gastarlo en tu prioridad.

Vamos, esto lo sabe mi primo que ya hizo la comunión hace 4 años.

Imagínate que yo me acabo de quedar sin trabajo y quiero formarme como profesional.

Pero oh.

El lanzamiento pasó.

El próximo es en 3 meses.

Pues muy bien…

La vida da muchas vueltas.

Pero aunque parezca una locura, si logras crear una audiencia y venderles bien y de forma frecuente…

…pues cuando les dé una vuelta, ahí estarás tú.

Si no tengo razón, pues…

hay algo más aquí