Un anuncio doblemente brillante del que podemos aprender mucho




A Hans Zimmer, el compositor de casi todas las bandas sonoras que han puesto los pelos de punta a esta generación le dijeron:

“Pero tu música es muy simple”

Y dijo que sí.


De Rafael Moneo, ganador del Pritzker (Nobel de arquitectura) decíamos muchos:

“Pero sus proyectos son muy simples”

Y lo eran.


Y cuando jugaba Zidane, todo el mundo se sorprendía de lo elegante que era haciendo cosas que parecían simples.

“Es que lo ves y parece fácil”

Y lo parece.




Si hubiera una línea de metro que pasara por todas las estaciones de la vida de un genio, puede que la última se llamara:

“Simplicidad”

En lo simple, en lo calmado, se esconde lo tremendamente poderoso.

Te cuento por qué.





Cuando tratamos de vender algo a otra persona hay dos esencias que tenemos que tener claras.

Y sólo si las tenemos claras podemos ser simples.

Si no, la cosa se lía.

Hay niebla,

Claridad no.

Porque la claridad es algo que está reservado para alguien con una comprensión tan profunda de lo que cuenta..

que lo puede contar muy rápido y muy simple.





Esto Frank Irving Fletcher lo tenía claro cuando anunciaba sus perlas falsas.

Así, pudo hacer un anuncio histórico que fue breve, simple y tremendamente rentable, porque decía muchas más cosas de las que había escrito él.


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Un error de 10.000 $

Una clienta para la que
habíamos copiado un collar
de perlas orientales, al ver
ambos collares ante ella,
dijo: Bueno, el parecido es
impresionante, ¡pero este es
el mío!


¡Y cogió el nuestro!

T   É   C   L   A

398 Fifth Avenue, New York.

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Frank tenía claro lo que tenía en una mano y en otra, y no eran las perlas.

Era una comprensión más profunda que eso.

Y entre todo el bombo y el platillo..

Lo hizo simple.


La buena y la mala noticia es que eso sólo se consigue pensando.

No hay otra manera.

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