Te cuento esto antes de que se me olvide.
Acabo de colgar el teléfono con un amigo y suscriptor de esta lista.
Este amigo tiene un despacho de asesores y quiere captar clientes.
Yo le he contado una cosa y él a mí otra.
Empiezo por la mía porque la suya es más interesante.
1. Mucha gente quiere salir a internet y busca tráfico.
“Que entre gente”
“Que se me posicione la web”
o mi favorita:
“Que me vean”
Jajajajaja ay…
Luego dices:
– ¿Qué va a pasar cuando lleguen a tu web?
(…y con cara de: “¿qué pregunta es esa?”, te contestan:)
– Pues que me contactan, ¿no?
No.
Esto no es 2002.
Es 2022.
2002 no.
Esperar que gente no recomendada te contacte poniendo tu logo y un formulario de contacto (cuando hay 500 haciendo lo mismo) ya no existe.
“Estar ahí” ya no es un argumento diferenciador.
Ya no.
“Ahí” está todo el mundo.
Hablando de estar ahí:
2. También hemos hablado de las redes sociales.
Y esto no lo he dicho yo, lo ha dicho él:
“Mira, estando de vacaciones dos semanas me han entrado 5 clientes…
estando en redes ninguno.”
Me lo creo.
Si das servicios, en redes sociales te aplaude tu tía abuela (que todavía tiene Facebook) te manda un corazón y te dice:
“Ay mi sobrinoooo…. lo que valéis!!!”
Este chico todo lo que te cuento ya lo tenía muy claro porque sabe cómo está el patio.
Pero hoy, la única fórmula mágica de tener un negocio en internet que funciona solo es:
1. Una web que capte gente interesada.
2. Historias que les interesen más.
3. …y una propuesta que les interese aún más.
¿Con matices según el negocio?
Claro.
Pero que lo de arriba se tiene que cumplir es así.
El resto de fórmulas son trágicas.
No mágicas.
Si necesitas ayuda: