Táctica Rosalía para disparar tu autoridad hasta el absurdo.

Esto no va a ser una crítica musical.

Da igual si te gusta Rosalía o te disgusta, o si crees que es una genio o un gran fraude.

No se trata de eso.

Se trata de si uno sabe cómo habla de su trabajo, se le respeta y se le escucha

…o no lo hace y lo deja todo en manos del mundo.

Rosalía ha sacado nuevo disco.

Motomami.

Todo el mundo sabía que este disco iba a ser raro, polémico, atípico…

Sabíamos que no iba a ser un disco normal porque esta gente hace lo que quiere (bien) y además saben mucho de sensaciones (mejor).

Entonces, ¿qué pasa?

Que lanzar tu trabajo a un ignorante puede funcionar a veces.

Pero si resulta que el ignorante está frustrado entonces es hablarle de nubes a gente que está ahogándose en arenas movedizas.

Están muy lejos.

Pero Rosalía le ha dado la vuelta.

La gente, en todas sus canciones, le criticaba todo.

Que si “soy español, pero poned subtítulos”

Que sí “que letra tan profunda”

Mucho odio.

Pero ha pasado algo:

Y es que Rosalía se ha ido a hablar de su disco con Jaime Altozano, un experto en música.

Y se han centrado en su trabajo.

Y han cogido el conocimiento de ambos y le han explicado al mundo por qué este álbum tiene valor:

De golpe cosas que parecen aleatorias no lo son tanto.

De golpe Rosalía no es “un producto”.

De golpe todo encaja en la cabeza del que consume.

Comentarios:

“Bueno Jaime, has hecho que me guste el Álbum, buen trabajo…”

“No planeaba escuchar Motomami. Después de ver esto, y de ver como se expresa Rosalía y cómo hablan del álbum me emocioné. Lo escucharé, lo peor que puede pasar es que no me guste, pero no lo haría un mal álbum.”

Y ojo:

“He entrado al video pensando: «voy a ver sólo un par de minutos…» y llevo ya la mitad y no puedo parar”

Vale.

Si sabes cómo hablas de tu trabajo de forma que mientras que la gente te escuche sienta lo que vales, vendes mucho más.

Y te respetan mucho más.

Punto.

Esto hay gente a la que no se le mete en la cabeza, y eso es una muy buena noticia.

Porque el dinero se lo queda en el bolsillo del que lo tiene claro.

Hay algo más aquí.