Su jefe le obliga a escribir newsletters que se abren mucho pero



Te cuento el truco del jefe de una amiga para que nunca pierda la atención de la gente en sus boletines.

Me lo contó el otro día, y como me pareció interesante te traigo la conversación por si tú quieres hacer lo mismo que ella.

(Sólo te lo recomiendo en una situación precisa)




Estábamos tomando algo y le pregunté qué vendían y a quién se lo vendían porque me gusta meterme en la vida de los demás.

Entonces me contó que venden unas joyas que están muy de moda.

Y luego unas camisetas que (como las joyas están de moda) también quieren que lo estén.




Vale.

Hay algo que hacía muy bien, y era empezar contando algo sobre el producto.



(Esto, en un mar de gente que trata de vender objetos haciendo collages con 4 fotos ya podemos considerarlo un paso de gigante)



El caso es que su jefe sí tenía claro que no nos aclaran las cosas en el pie de foto o no funciona.

Que el valor se transmite con palabras.

Ahora,

¿Qué consejo le dio para que no perdiera el “engagement”?

(el interés)




“No escribas más.

Pon poco.

Que si no no bajan hasta abajo.”





Más allá de que esto a largo plazo es desastroso para que alguien conecte con su marca, estoy de acuerdo con su jefe en una cosa:

Si vas a quitarle el tiempo a la gente, al menos sé breve.

No te amarán, pero te odiarán menos.




Pero el caso, ¿qué anunciaban?

Una camiseta con objetos de la infancia de alguien.

O sea, algo más emocional que una abuela en Nochebuena.




Aún así, decidieron que no iban a desarrollar el concepto.

Entonces mi amiga me lo acabó contando a mí pero no a la gente que le tiene que dar el dinero.

Y aunque no importe, me pareció una pena.




Cuando no das un solo motivo para que alguien preste atención a algo, te dejas a gente por el camino. 

Les quitas lo más interesante:


Su historia.


Y una camiseta sin historia es como una persona de la que no sabemos nada: más allá de guapo o feo, nos cuesta ver su valor.

Podemos decir “ah”

Pero “oh” no lo podemos decir.

Hay algo más aquí