Hace unas semanas tuve una reunión con Lucía.
Lucía hace un trabajo técnico en directo.
En un escenario.
Es un trabajo que apenas se ve.
Pero sin una precisión milimétrica por su parte, no hay directo.
Escenario sí.
Pero directo no.
Hablando con ella me comentaba que, prácticamente, el nivel en su industria en Francia lo ponía ella.
En Francia, ella era la número 1.
Y la misma gente a la que ella había formado y becado…
…pues ahora le habían traicionado y copiado.
Protocolos, contenidos…
Todo eso, sin mucho éxito.
Ahora, ella quería armar su sana revancha y esa actitud a mí me gusta mucho:
“Voy a reventar el nicho.
Se acabó el nicho.
El nicho soy yo”
(Menos mal que en Zoom no se me ve el cuerpo entero)
El caso:
Igual tú no has tenido que pasar el regular trago de mirar páginas de venta corporativas.
Pero la inmensa mayoría de estas páginas
(digo inmensa porque decir todas es un poco nazi)
…pues “revientan el nicho” así:
“Nuestros esfuerzos se sustentan en cuatro pilares:
1. Un equipo profesional competente.
2. La mejora continua en el producto.
3. La mejora del proceso productivo.
4. La mejora de la satisfacción del cliente.”
Pues genial.
Eres una empresa.
Felicidades.
No hace falta reventar un nicho.
A ver, si eres Lucía y el libro de ese nicho lo has escrito tú, pues hombre usar la estrategia de la empresa de arriba…
Mmmm….
No sé.
Y luego, poner que eres líder, pues bueno, vale, igual eso es magnético, no lo sé.
Quizá, si pasa mucha gente a mirar, se pueda enfocar de forma algo más impactante.