El otro día un tipo se subió en pelotas a una farola en la plaza del ayuntamiento de mi pueblo.
Salió en el periódico, claro.
La imagen la verdad es que era sublime:
Un tipo desnudo con el culo apoyado en el pico de una farola como si estuviera conduciendo una moto, cabeza afeitada… pero con unos pelos en las paletillas que no veas.
Debajo, tres policías lo miraban:
Uno en posición de macho.
Otro se ajustaba la gorra.
Otro parecía decirse:
“Mierda, este me ha jodido el segundo almuerzo…”
Jajajajaja que no… venga va, un poco de humor.
La noticia no tiene desperdicio:
Por lo visto, este tipo se pasó treinta y pico años en la cárcel por tráficos de dro gas y tiene tres órdenes de alejamiento.
Un segundo.
¿Te has pasado treinta y pico años en la cárcel y no te duelen las articulaciones como para subirte a una farola?
¿Entraste a la cárcel con cinco años?
El tío es un portento físico.
El caso es que este portento físico no encontraba curro tras un mes.
Esto nos puede sorprender, pero es que en los noventa la cosa no era así.
Bueno, suficiente contexto:
El caso es que este tipo se despelotó y se subió a una farola a gritarle al alcalde que estaba desesperado.
Que había pedido ayuda.
Pero, copio y pego:
En los Servicios Sociales no le escuchan y no va a Cruz Roja porque «no es dro ga dicto ni extranjero»
Jajajajajajajaj
Qué tipo más grande.
Treinta años y pico por tráfico de dro gas, tres órdenes de alejamiento, y sabe exactamente cuáles son sus puntos fuertes.
No te extrañe si te lo cruzas por Linkedin con algún trabajo que tenga nombre en inglés.
El grupo de whatsapp:
“Lo estaba oyendo desde mi casa, digo quién coño grita? ahora lo entiendo todo”
“Es que no sé como una persona normal va a pedir una ayuda pudiendo drogarse y luego pedir ayuda”
“Hay alguna foto de frente?”
Jajajajajaj
En fin, que está todo claro.