Si eres un profesional, lo que te cuento aquí te ha pasado. Hoy ya le pasa hasta a los médicos, así que difícil sería que te libraras.. Yo lo he vivido y se lo he escuchado a varios clientes. Es un problema de autoridad. Y como un problema de autoridad es un problema de cómo te ven, y un problema de cómo te ven es un problema de ventas. Pues te cuento. Imagínate que, como Antonio Resines en “Los Serrano”, mañana te despiertas de un coma profundo y resulta que trabajas en una oficina de arquitectura. Estás haciendo un proyecto para la casa de un cliente. Escuchas a ese cliente, lo entiendes… Coges todo eso que has aprendido de él y lo haces realidad con el conocimiento técnico que tienes. Aplicas los principios que sabes que hacen que esa casa funcione para que sea igual (o mejor) de lo que esa persona esperaba. “Aquí están los planos, tu casa, si hay algo que no te convence, lo revisamos”–le dices. Vale. Ahora imagínate que lo mandan a construir y tú, como arquitecto, preguntas: – ¿Qué tal la obra? – Genial, pero he decidido con el decorador que los pilares esos que pusiste nos molestan un poco. Los 40 cm los hemos hecho un poco más pequeños, de 20 cm. Pero no cambia mucho. No cambia mucho. Eso, hoy, con tanta gente subiendo contenido poniéndole la cabeza como un bombo a tanto cliente, le pasa hasta a los médicos. (que eran los que se libraban) Quien sabe de ventas te diría (y te diría con razón) que la culpa es tuya porque eres demasiado barato. Si le hubieras cobrado el doble o el triple y entendieran la importancia de lo que haces, se hubieran peleado ellos porque el pilar fuese de 40 cm. Tú no, ellos. El chiste está en que para que más gente vea que el que sabe eres tú, ese conocimiento les tiene que golpear muy rápido y muy fuerte en la cabeza. Así no sólo lo pagan, sino que lo pagan y además te respetan. Si eso tendría algún sentido para tu negocio, mira abajo: Hay algo más aquí. |
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.