A ti no te pone más el/la más guapo/a, y lo sabes.



Para los que estuvisteis en el mail del viernes pasado:

No dejé de pensar en él.

Y me dije:

“Voy a hacer algo que NUNCA he hecho: comparar ventas con ligues”





Un amigo y yo hablamos este encierro de un libro muy bonito y que si os interesa entender el Japón pudoroso, duro, frágil, suicida y bello, pues os lo recomiendo: Tokyo Blues.

Hay un pasaje que me heló porque me sentí descubierto y sin careta, y es el siguiente (es picantón y tal):


« El cuerpo de Naoko era tan perfecto que no logró excitarme. Me limité a contemplar, atónito, la preciosa curva de la cintura, los pechos redondos y lustrosos, el vientre esbelto que vibraba en silencio con su respiración y, debajo, la sombra de su vello púbico, negro y suave. »


Esto es algo que todos sabemos pero que tardamos en comentar unos años, y que forma parte de la sabiduría popular:

“El/La más guapo/a nunca es el/la que más te pone”


Y la estética y las vísceras a veces se tocan, pero no siempre se tocan.

Porque está claro que una cosa es el canon de belleza, que nos inventamos, y otra el canon de belleza antropológico, que es el que no nos inventamos:

Que si voz grave en ellos, que si caderas anchas en ellas y blablabla…



(No me extiendo: cuando vayáis al peluquero miráis las revistas que seguro que hay algo escrito al respecto)






No dejo de pensar en esas páginas web y de ventas que son bonitas.

Que nos gusta mirar.

¿Pero nos gusta comprar?

Cómo nos hablan ¿es lo que más nos pone?

¿O son tan exquisitas que no nos dicen nada?

¿Belleza sin ventas, o páginas sexys dónde nunca confesarías que compras, pero que venden por un tubo?

Con lo primero puedo ayudarte algo porque aprendí un poco en la carrera.

Con lo segundo mucho más.

A tu elección.

Suscripción

Pablo.

PD: Lo sabemos todos: el amigo con labia se irá a la caja de pino con mejores ratos que el guapo con compostura. Más en el link.