¿Se avecina un boom de morros rojos?



No sé si conoces este fenómeno o lo descubres aquí,

No sé si te parecerá bonito o feo.

A mí, cuando lo leí hace ya tiempo, me pareció muy bonito porque me pareció muy humano.

Pero como cada vez hay más gente a la que le da más asco los humanos…

(Esta gente que te dice que es muy pacífica y a los dos segundos suelta un “ojalá caiga una bomba y nos extingamos todos”, sin ver ninguna contradicción entre una cosa y la otra)

…pues no lo puedo saber. 

Pero ojo que es interesante.




Todos sabemos que se dispara la inflación,

la vivienda,

las emisiones, 

la luz,

la gasolina,

los cereales, 

la guerra…

Se nos van acumulando, un tema encima de otro, como se le acumulan los apuntes al campeón de futbolín de la facultad.

Entonces, según dicen los estudios, cuando esto pasa y llegan situaciones de crisis, pues comprar seguimos comprando.

Eso no cambia.

Pero se compran unas cosas y no se compran otras.




Aquí alguien de otro país podría pensar que lo primero en lo que ahorramos es en los caprichos.

Pero cuando uno ya se hace adulto, la frontera entre qué es un capricho y qué no lo es se hace muy borrosa.

Muy borrosa.

El caso es que en épocas de crisis, hay un artículo que ha llamado mucho la atención:

El pintalabios rojo.




Por lo visto, sean o no de alta gama, sus ventas se disparan cuando hay incertidumbre.

11-S, 2008…

Las teorías son varias:


a) Sirve para tres cosas… 

b) Comprar hay que comprar, y esto al menos es pequeño…

c) No dar signos de bajar el status…

d) Una sensación de seguridad…

e) Todas las anteriores menos la b)…


Yo tengo mi opción, tú elige la que quieras.

Como decía el rey del pintalabios, Charles Revson:

«En la fábrica fabricamos cosméticos. En la tienda vendemos esperanza».




Cuando uno no conoce ni cómo somos ni cómo nos sentimos, no puede aprovechar una situación  a su favor.

Pero cuando sí lo sabe y se pone a escribir como debería…

Pues cuenta con más margen para lo que venga luego o no venga:

Hay algo más aquí