La videoconferencia que tuve el otro día con chico que quería lanzar un proyecto tuvo algo que igual te ayuda a poner un poco los pies en la tierra. Igual te inspira y puedes aplicarlo a tu caso. Igual no. Cuando se lanza un servicio relativamente nuevo o muy específico, se me ocurren 2 grandes gaps (distancias, en cristiano) Se me ocurren 2 grandes a mí, pueden haber más. Pero aquí 2 y a mí: 1. El gap entre lo que tú quieres vender y por lo que alguien pagaría. 2. El gap entre tener un mercado educado en lo que ofreces o tener que hacer tú todo ese trabajo. Esto si montas algo más clásico no sucede, porque las necesidades de toda la vida a todo el mundo le quedan claras. Dicho esto. Estos chicos son ingenieros que ayudan a arquitectos con las instalaciones en un punto muy preciso de la normativa de energía que a los arquitectos les da narcolepsia. … y tenían que explicar su negocio raro. El titular (escribo de memoria) decía algo así: “Consigue una vivienda muy sostenible” ¿Seguro que es eso lo que ofrecen esos chicos? Me parece que no. La vivienda será sostenible, con ingeniero o sin él, porque lo dice la normativa y no por tu empresa. Un arquitecto no quiere que le ofrezcas una vivienda sostenible, quiere que le hagas el trabajo que está obligado a hacer, pero no quiere hacer. Hilando más fino y hablando más claro: ¿Qué c*jones le importa a la mayoría de arquitectos una vivienda sostenible? Eso es sólo el discurso. Lo que quieren es una vivienda que a ellos les resulte interesante a nivel espacial y donde no les molesten las tuberías. Que la foto quede mona. Y si sale en una revista, mejor. Hacer algo bonito, aplaudirse a sí mismos y que sus compañeros de profesión les digan que son buenos. ¿Te lo reconocerían? Claro que no. Pero es que nadie iba a votar a Trump y salió Trump. Y nadie ve Tele 5 y ahí están los números. Yo podría no tener ni idea de este nicho, pero como casualmente trabajé unos años en un estudio donde había ingenieros y arquitectos, le comenté: – Mira, yo creo que para un arquitecto el mejor ingeniero es el que no existe. Y creo que o le vendes invisibilidad o no te van a prestar atención. Pero claro, es mi opinión. – Hostia, pues en realidad es cierto. No lo había pensado. Me anoto esto, sí, sí. Bien. A este nuevo negocio, con ese titular, le habrían cerrado la página el 99% de los arquitectos a los 5 segundos de aterrizar. Después de todo ese tiempo trabajando, coordinación arriba y abajo, creando la web, “ponme esto aquí” “quiero ese color” Pues todas esas semanas o meses de trabajo, para salir al ruedo y morir en 5-7 segundos. Si no necesitas llenar la nevera con tu proyecto, no pasa nada. Pero si te hace ilusión vivir (y bien) de lo que quieras lanzar. Suscripción Pablo |
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