Saber poner precios con sentido (y saber subirlos también)


Cuando este email toque tu bandeja yo estaré volando por el cielo azul.

No me voy de vacaciones.

Me voy fuera un tiempo a hacer casi lo mismo, así que salvo huracán seguiré escribiendo igual.

Te escribo esto domingo (y mis neuronas ya se han manifestado por sus derechos laborales un par de veces esta semana) así que lo haré simple:

Precios.




Esto es algo que me han comentado varios suscriptores

(unos pasaron a ser clientes y otros no)

Recuerdo un caso.

Esta chica me dijo:

“Es que no vendemos caro, nuestros cursos no son caros.

Miras los precios de los de la gente y dices: ¡Joder!”

Y hablaba de su competencia.




Una cosa deberíamos tener muy clara a estas alturas:

Hay gente haciendo “lo mismo” que el de al lado y cobrando 10 veces más.

Eso es una realidad.

Eso no se vota.

Es así.

Está pasando.

Pongo lo mismo entre comillas, porque lo mismo no es.

Todos sabemos que vender más caro sólo se puede hacer en la medida en la que consigues que tu precio tenga sentido en la cabeza de más gente.

Sentido.

En la cabeza de más gente.

Que entre en la cabeza de alguien y ese alguien se diga:

“Es que es justo”

En el ideal, mejor que se diga:

“Es un chollo”

Pero con el “es justo” nos conformamos de momento.




¿Y qué pasa con esto?

Que el sentido no nos cae del cielo y nos ilumina como si fuera el espíritu santo. 

No lo vemos en una foto. 

El sentido es lo que hay detrás de las cosas.

Lo que hay muy adentro.

Volvamos a lo simple, que lo he prometido.

Lo único que nos separa de:


– Vender el curso al precio que quieres.

– Quedarte sin stock.

– o tener lista de espera…


Es saber crear sentido.

Y eso es vender mejor.

No hay más.

Te visita gente, ve que tienes sentido y te compran,

o tienen que hacer un esfuerzo y algunos te compran y muchos no.

Ya está, pero hay algo más aquí.