A partir de ahora te voy a llamar la Tsunami



Este es un mail corto con una lección larga y fácil de aplicar.


En estos tiempos polarizados, parece que la gama de grises se nos escapa cada vez más, 

y somos más de blanco o de negro.

Quizá antes también era así, sólo que ahora como leemos lo que otros piensan en 15 lugares diferentes, pues es fácil saber quién lleva la camiseta blanca y quién la azulgrana.

“Otra guerra civil sería impensable, jamás nos haríamos lo que se hicieron nuestros bisabuelos”

…quién dice eso no está en ningún grupo de Whatsapp,

pero ni en el de su familia.




También hoy, parece que o eres una persona muy desorganizada, o tienes un trastorno obsesivo compulsivo y tienes que llamar a tu terapeuta si el cojín de la cama está a 35º sobre la horizontal en vez de a 45.

Hay gente que ordena todo y gente que no ordena nada.

Unos ven desorden donde no lo hay, 

otros no lo ven aunque se tropiecen con él.




Mi tía limpia en un colegio, entonces su curro es limitar el desorden de profesores que pueden ser blancos, pero también pueden ser negros.

Una de ellas, era muy, muy desorganizada.

Todo por en medio.

¿Cómo puedes trabajar así?” –le preguntaba mi tía, que para eso es oveja blanca.

“Ay, no sé.”– contestó ella y contestan todas las ovejas negras, porque en realidad no lo saben, simplemente lo hacen.

“…mi madre me dice lo mismo”


Mi tía podría haberle llamado “desorganizada”,

o “desastre”,

pero se lo dibujó más claro:


“A partir de ahora te voy a llamar la Tsunami”


…y ahora esa chica tiene la imagen mental de ella misma arrasando casas de madera en el Sudeste asiático y un apodo del que huir (que ya conocen todos sus compañeros).

Cuando sabe que viene mi tía, se agobia y se pone a recoger.





Yo, que no he hecho ningún curso de escritura que no sea para vender y no tengo ni idea de la teoría, los llamo adjetivos dibujativos.

Palabras sueltas que no llegan a metáforas, pero fijan una imagen muy fuerte en la cabeza de alguien.

Una imagen de la que no pueden despegarse.

Una imagen que no olvidan.


Esta chica se siente un desastre natural en un lugar dónde ella debería ser un ejemplo de orden.

Pero tú, ¿qué imagen le fijarás tú a tu cliente para que no te olvide?

Mucho más, aquí.