Qué hacer si no puedes ser el mejor en lo tuyo (aún)



Puede que la obsesión por mejorar de mucha gente que está al frente de sus negocios y quiere ser el caballo más rápido

…pues haga que les pase lo mismo que a estos caballos.

Que tengan un punto ciego.

Y así, creyendo que lo más importante es ser el primero, no se paren a mirar alrededor y ver que eso es un juego bastante tonto.

Que no es lo más importante.

(O bueno, al menos no debería serlo para tener un negocio muy rentable)




Es cierto que depende mucho de la personalidad, pero muchos seguimos pensando en términos del “mejor”.

“El mejor” en absoluto.


“Pero… ¿es la mejor película?”

“¿Es el mejor libro?”

“¿Es el mejor curso?”



Y ese concepto, en realidad es un concepto muy incompleto.

Le falta la coletilla al final.

Es muy limitado.




Si lo único que importara fuera ser “el mejor”,

esa franquicia siempre se comería a ese bar,

o ese supermercado siempre obligaría a cerrar a esa tienda de barrio.





Quizá pienses que somos muchos y “el mejor” no da abasto con todos.

Y sí, pero no va por ahí.


Quizá piensas que “el mejor” es relativo al tiempo.

Que hoy el mejor es este, pero el martes que viene inventan algo y el mejor es el otro.

Y sí, pero tampoco va por ahí.




No va por ahí porque el punto ciego sigue siendo el mismo:

Pensar que lo más importante es ser el mejor.



El mismo error.

El error de pensar que lo único que tenemos que mejorar es a nosotros mismos.

A nuestro producto, a nuestro servicio, a lo que sea.


“Yo, yo, yo…

Tengo que ser el mejor”


Todo tú.

Todo para ti.





(Eso para un libro sobre budismo cuela, pero para un negocio ahí falta algo.)




¿Es querer ser el mejor muy importante?

Muy.

¿Va a ayudarnos?

Mucho.

¿Es lo que más va a ayudarnos?

No.

Nunca.




Igual es interesante, una vez más, olvidarnos de lo que vendemos por un momento.

Olvidar ese objeto, ese servicio.

Olvidar el yo.

Para poder llegar a lo que más va a facilitarnos la tarea:



“Yo, yo, yo…

Tengo que ser el mejor


…en la cabeza de mi cliente




La primera parte de la frase anterior no sirve para nada y la segunda es muy importante.

Pero es la tercera la que te hará vender.

Para poner esa parte a hacer dinero, ya sabes.

Mucho más, aquí

PD: Y así no le das tanto poder a las fotos o a las reseñas, ni le pides a la virgen de Lourdes que se acuerden de tu logo. Tampoco dejas que tu voz se pierda entre tanta frase genérica. Mejor la recuperas y la pones a vender.