Esta mañana hemos hablado de estrategia.
Mi cliente y yo.
(No doy más datos porque Google la tiene muy en cuenta)
El caso es que nos hemos puesto a aterrizar ideas en el aire para que la venta de sus cursos sea lo más simple posible.
Por dos motivos:
1. Porque si lo que pensamos no es simple hay que seguir pensando.
2. Porque tu puedes diseñar una casa muy bien, pero si la apoyas en arcillas se te va la casa de fiesta.
Con el copywriting y la estrategia es igual.
El copywriting es importante.
Pero una estrategia aterrizada lo es más.
Entonces estábamos hablando de modelos de venta y blablabla
Que si el modelo Spotify,
Que si contenido oculto,
Que si…
En un momento de lluvia de ideas valoramos dejar una parte del curso abierto, y luego ya acceder al resto pagando.
Cortita y al pie:
Mejor no.
Si eres de los que piensan que así ven la calidad de lo que tienes y van a confiar más en ti, lo entiendo.
Pero te digo algo:
Cuando empezamos algo sin ganas no vemos la calidad.
Para ver la calidad hay que empezar motivado.
Y la motivación por hacer el curso no la puede crear el “Módulo 1”.
No es su trabajo.
Me explico:
Cuando la única motivación para hacer algo es que es gratis, no hay motivación.
Y me vas a entender muy rápido con este ejemplo:
En una web, una persona que no sabe vender te ofrece la prueba de su último libro:
“Puedes descargar el primer capítulo GRATIS aquí”
…
Bueno.
Cada uno que haga lo que quiera.
Ahora, si me preguntas (y no lo has hecho) yo me dejaría de atajos para vender sin vender que no sirven y además devalúan tu trabajo.
Mejor hacer los deberes y venderlo.
Mejor calentarse la cabeza.
Porque un capítulo de tu libro o un trozo de tu curso puede ser interesante.
No digo que no.
Pero hay algo más aquí.