Hay una cosa muy buena y muy mala de tomar café con gente interesante, una cosa, y es que la conversación se ramifica en muchos temas, pero como a fecha de hoy sólo tenemos una boca y un cerebro, pues queda una lista de potenciales conversaciones que se pierden para no volver. Estaba yo en uno de esos cafés el viernes pasado con una chica a la que le gustaría vender sus pisos más rápido. No sé cómo acabamos hablando de discriminación en el trabajo, intolerancia y demás “taras” de nuestra época. (en realidad de todas las épocas) “Tiene que acabar”–me decía. Yo le dije que esos problemas tenían que evolucionar a «mejores» problemas, porque acabarse, no sé si acabarán. Sucede a veces que cuando cambiamos nuestro punto de vista sobre algo, nos frustra que el mundo no vaya a nuestra velocidad. ¿Cómo puede un tío tan listo enfadarse por esa tontería? ¿Cómo puede haber brutalidad policial contra los negros en EEUU? ¿Cómo la gente no puede dar importancia a esto o a lo otro? ¿Cómo …? Lo personal y lo social tienen diferentes velocidades. Lo que ayer fue un infierno para los gays, hoy lo será para los trans y mañana para los que les sigan. Eso puede dolernos o no, pero es el orden de las cosas. En Berlín sales a la calle con la parte de arriba del pijama y eres guay, y si lo haces en Alicante pues es que eres tonto y ya está, y es lo que hay, cada consciencia colectiva está en un punto. “Me alucina que esas cosas sigan pasando”–me comentaba esta chica. Y yo le dije que me alucinaba que la economía fuera como va y la gente no se esforzara por vender, y que si no me creía podía mirar a los escaparates de su competencia; SE VENDE PISO 4 dormitorios. 2 baños. Garaje. 186.000€ …y le comenté también cómo hace 10 años pocos veían necesario tener web, y hoy te pones a vender piedras pintadas en Ibiza y si te descuidas tienes una app. Me alegro por los diseñadores web, ya les compran sin tener que hacer un esfuerzo por vender, la conciencia colectiva ya ha llegado para ellos, como también llegará el día en que muchos se den cuenta de que para multiplicar su negocio y sus ventas no sólo hay que tener la web guapa, no sólo eso, sino tenerla también preparada para meterse en la cabeza de gente que hubiera pasado de largo por ese negocio, pero no lo hizo. No lo hizo porque vieron algo, y ese algo los ha transformado en clientes. Y la cartera crece. Bueno, que nunca será tan fácil como ahora es cierto, pero son los tiempos de la conciencia colectiva, y es lo que hay. Mucho más, aquí. PD: Si el cambio personal llega antes que el social es arriba en el link |
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