Pasear por un mercadillo en verano como método de tortura.

Ayer paseaba por un mercadillo.

Africano.

En realidad, da igual si es africano o no lo es, porque en Alicante o en el último pueblo de algún país que acabe en –istán es parecido.

A poco que tengamos dos ojos y dos orejas que funcionen, todos sabemos que lo único que te jode un bonito paseo por la noche en un mercadillo es, por este orden:

– Los vendedores.

– La repetición de lo que se vende.

– El hecho de que tener muy claro que te van a tomar por tonto cuando te digan un precio.

– La manipulación emocional.

Hablar de todas estas cosas da para varios libros, así que mejor nos centramos en los vendedores.

Ayer paseábamos por un mercadillo que sería la pesadilla de Irene Montero:

“My friend, come, come, ehhhh my friend…”

“Please, come in…”

“Italian? Ohhh Tutto bene…»

Acoso constante, lo hemos vivido todos.

Te miran, ves cómo se les enciende algo en los ojos y cómo saltan a por ti.

Daba miedo acercarse, porque no podías mirar.

Tenías que gestionar la desesperación de ese tipo antes de poder pararte a desear algo.

El rechazo que eso causa “te mueve” de verdad.

Recuerdo cómo íbamos a acercarnos a mirar un collar, y cuando el vendedor nos vio a menos de dos metros y salió desde dentro para decirnos “welcome…”  pegamos un volantazo inconsciente.

Bye.

Se lo comentaba a un amigo en otro viaje cuando buscábamos sitio para cenar:

“Iba a cenar ahí hasta que el camarero me ha dicho que me siente a cenar”

Claro, tu podrías decirme:

“Esta gente lo hace así por algo”

Sí, claro.

Igual que si yo paro por la calle a 500 mujeres y les digo: “oye, ¿te tomas un café?” pues seguro que alguna se lo toma.

Pero el chiste es no necesitar 500.

Me hace gracia como mucha gente no quiere vender “de forma agresiva”

…pero luego ves la forma que tienen de mover a su cliente y es tan inconsciente que eso sí que resulta agresivo de verdad.

Te aparta más que te acerca.

(Como el del collar)

Y tú puedes creerme o no, pero estas cosas tu cliente las detecta muy rápido, suelen estar por todos los sitios y destruyen el potencial de un negocio.

Para evitarlo:

hay algo más aquí