Para cuando oigas eso de que tanta gente no puede estar equivocada




Estoy empezando a sospechar que no hay nada que describa tanto a una persona como su tablón en redes sociales.

Facebook o Instagram, quizá más Facebook.

Sé que es poco poético, pero la poesía igual mejor para después de cenar.

Nuestro tablón ya es nuestro micromundo particular:

– Nuestras microideas políticas,
– Las microbromas que nos hacen gracia,
– Las microfotos del “gintonic con vistas” de alguien a quién aún no hemos bloqueado…






Haz la prueba con el de algún amigo: es como una ventana a otra realidad.

Dispara la comprensión, y la empatía.

(y sin la protección de datos, dispararía las ventas también)

“Ah, que eso es lo que lee este… con razón no tiene ni p*ta idea de…”

Y a la inversa.

Todo muy empático.









Vale.

El otro día me sorprendió en el mío una frase que mezclaba una mala broma con alguna escuela de pensamiento ateniense que no sabría identificar.

La había compartido alguien que la vio en su micromundo.

Era una visión de pájaro de un parking en espiga.

(un parking “donde lo metes de lado” para los más amigos)

El caso es que todos lo habían metido de lado, claro. Pero del lado que no era.

4 o 5 en espiga, sí, pero formando una cruz con la pintura.

Y la foto decía:

“Para cuando oigas eso de que tanta gente no puede estar equivocada”









Boquiabierto, los apunté con el dedo y me dije:


Esos son los de las plantillas,
Los profesionales ultraserios,
Los que les ha dicho el neuromarketing ultradigital que o todo gratis o nada,
Los que no se van a dormir sin haberle cambiado la vida al menos a una persona

(“porque si tan sólo se la cambio a una, mi vida merecerá la pena”)




Ahí, aparcados.




No, fuera bromas. En realidad casi me alegro.

Porque así dejan mucho margen de crecimiento a los que se ponen a hacer los deberes.

O sea, les dejan margen para comerles la tostada.

Y de paso los mejores clientes. 

O los que tienen un contacto sano con la realidad.

Los ven enseguida.






Yo tengo un servicio para eso.

No miro los tablones ajenos, aunque te confieso que me gustaría.

Pero hay otros medios.

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Pablo

PD: Algunos, en el link