Cómo pasar un cliente potencial de caliente a frío



En este mundo de copia y pega, quien escribe (aunque escriba muy mal) ya es casi el rey.

Luego están ya los emperadores, pero si escribes y no aburres considérate parte de la nobleza.

Estás bien “colocao”, como dice mi abuela.

Como si tuvieras muchas hectáreas de pistacho, así.




La gente que dice que las vidas de Instagram no son reales es porque no han pasado mucho tiempo en Linkedin.

Quizá algún amigo te ha contactado allí para algo.

A mí me contactó uno el otro día.

Esto ni es habitual ni es especial, pero ahora verás que puede ser un poco raro.

Es cierto que hace tiempo que no nos vemos, pero siempre tuvimos una relación cercana.

No nos llamamos (como muchas veces no llamamos a gente que nos cae bien) eso es cierto.

Pero el otro día sí que dije: “macho…¿en serio?”

Y aunque leyendo el mensaje quizá no te lo parece, como tengo confianza lo comento.




Este chico es vendedor de seguros.

Si te propongo curros que te apetezca poco hacer, teleoperador de vodafone y ese igual están en el top 5.
 
Pero bueno: vende, ayuda y se ayuda.

Eso está genial.

Pero en un sector tan difícil y donde no te van a recibir con ganas de darte un abrazo, pues hay que hilar fino.




Buenas noches,

(A partir de aquí seguí porque lo conocía)

Espero que tanto usted como su familia gocen de buena salud, porque si algo hemos podido extraer de esta situación es lo valiosa que es para todos nosotros. No obstante, es inevitable dejar de lado el tema económico.

(¿Usted? ¡Rober macho que soy yo, Pablo!¡Tu colega!)


Aquí sigue un párrafo de paja.

Aquí otro.

y un: 

“Sin otro particular, quedo a su entera disposición” 

…cierra el mensaje.








Hay tantas cosas que decir que no diré ninguna.

Bueno sí, solo una:


Nadie tiene tiempo para leer tus mensajes.

Nadie tiene tiempo.

Nadie.

Mucho más, aquí

PD: Se lo tienes que hacer querer buscar tú, y para eso hay que cambiar el ángulo.