No escribas como hablas.

Esto que te cuento podría ser de mucha importancia si eres tú quien escribe los textos de tu negocio y no lo he visto comentar por ahí.

​​​


Veamos:

No sé si te has fijado lo raros que son los doblajes de las películas americanas.

Raros, raros.

Es su propio idioma.

Igual que las películas de Disney en “Español neutro” eran su propio acento, estas películas son su propio idioma:

“Vete al infierno”

“Cierra el pico, ¿quieres?”

“Oh Tom, maldita sea, te amaba más que a mi propia vida”

Ya me entiendes.

Nadie ha escuchado eso fuera de una pantalla en su vida.




Esto le pasa bastante a quien escribe textos para ofrecer cualquier cosa.

Si no es profesional lo hace mejor, pero como haya hecho un curso de marketing digital la hemos liado.

Dicen cosas más raras que los doblajes.

Claro, estas cosas son tan raras que muchos de los grandes copywriters, para simplificar mucho, han aconsejado eso de:

“Escribe como hablas”

Yo no creo que esto sea así del todo, pero sí creo que sirve al menos para aterrizar en la tierra, es decir:

Pasar de hablar como no habla nadie, a hablar como lo hacen las personas cuando se comunican.

Gran paso.


¿Y qué pasa o qué paso?


Que si alguna vez transcribes un audio te darás cuenta de que no puedes escribir como hablas o se van a pensar que estás para que te encierren.

(Llevo muchas horas a mis espaldas de reuniones transcritas para ver cómo hablan mis clientes y eso es así)





Si escribes como hablas, vuelves a la gente loca.

Eso es así.

(Además, muy poca gente comunica bien)

El problema no es ni los saltos ni las frases incompletas.

El problema es algo que:

– O bloquea la imaginación de una persona.

– O le carga tanto la cabeza que tiene que dejar de leer.

No te recomiendo ninguna.




Para que un mensaje impacte, estas cosas hay que tenerlas muy bien editadas.

Que algo parezca sencillo es lo más complicado que hay.

Pero lo complicado no importa.

Importa el resultado.

hay algo más aquí