“No hay belleza perfecta que no tenga alguna rareza en sus proporciones” –Sir Francis Bacon Hace unas semanas, una suscriptora me preguntaba algo que a muchos les hace temblar las piernas: “en una web, uno mismo puede ser sincero y hablar de los fallos (dentro de la normalidad por supuesto) que le pueden ocurrir a su producto/servicio? O es un suicidio directamente?” Yo le dije que claro, hay fallos y fallos, pero que lo que sí es un suicido es ir de perfecto, porque nadie conecta con alguien perfecto. Cómo se enfoquen tus fallos, te puede hacer vender más o no. Pero yendo de perfecto (y plano) sí te pegas la hostia. Eso seguro. A veces nos sobrevaloramos a nosotros mismos, y sólo somos monos trucados. Pensamos en las razones, corbatas y títulos que van a hacernos deseables, y se nos olvida que estamos programados para sentirnos atraídos por lo que refleja lo que somos …y lo que refleja lo que nos falta. Hoy, cuando miro las webs y las páginas de venta de la competencia de mis clientes, tengo dos sensaciones: – Si pienso en sus clientes, se me cae el alma al suelo. – Si pienso en mí mismo, se me ponen los ojos del dólar. Capacidad de vender hay, lo que no hay ganas (o huevos) de construir una narrativa que venda. La corbata bien puesta, y la plantilla web muy “responsive” y con una experiencia de usuario maravillosa …una pena que esa no sea la experiencia que la mayoría de tus usuarios necesitan para darte el sí. Mucho más, aquí. Pablo. |
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