Cada vez que entro en una web y antes de hablar conmigo ya me ofrecen un descuento de un 10% en la primera compra algo se me muere dentro. No lo puedo evitar. Sé que funciona, claro que funciona. (Lo saben hasta los que se dedican a hacer collages en las newsletters) Pero no puedo evitar sentir que cuando no quieres pensar demasiado, lo único que te queda es regalar dinero y confiar. Cuando una persona que no te entiende entra por el descuento.. Mmm. Buena suerte para que te escuche luego. Porque en realidad pagas para que tu producto le interese y le convenza después de comprarlo… en lugar de hacerlo tú antes. Y ¿sabes qué puede pasar? Una cosa debatible y otra que no. 1. Que si piensas que ya somos grandes y nadie nos lo tiene que explicar, es que entonces no te has enterado de nada. 2. Que vendes menos. Aclarado eso, me explico: Ya avisé que un amigo mío que tiene una marca de zapatos me dejó varias historias con las que (de momento) se niega a vender. Te cuento una y así lo vas a ver muy claro: Por lo visto su primo estuvo en una boda, y en la mesa le tocó una chica embarazada. Nada fuera de lo común. Maravilloso. La chica (hablando de su nueva barriga y tal) empezó a contar que estar de pie era una puta odisea y que antes de comprarse las sandalias que llevaba tenía las mismas ganas de estar todo el día de boda que de comerse un rosal. Que hacía tiempo que no se veía los tobillos y que sólo le descansaba el pie con esa sandalia. ¿De quién era la sandalia? Oh. Exacto. No sé si ellos venden comodidad, o calidad. No sé qué quieren sus clientas, No las conozco. Pero es posible que si en lugar de descuentos que gritan “no me apetece vender”.. Si en vez de hacer eso, me dijeran que me van a contar, por ejemplo: “La historia de la embarazada con los tobillos hinchados que acostó a toda la boda y partió la barra libre (sólo con agua)…” Pues oye igual me interesa más el marujeo que leer un “cuida tus pies” o paridas del estilo con la foto de una modelo al lado. Pero claro, lo otro es más fácil. Y a veces estamos muy ocupados con otras cosas. Mucho más, aquí PD: Y muchas veces son menos rentables. PD2: Ojo con los descuentos, que a veces los carga el diablo y se nos ven mucho las ganas. |
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