Me adelanto a la Navidad, ¡uoooo…!

En Navidad y año nuevo siempre hablo de algo que a mí me parece interesante.

A mí.

Intento que los temas de estos dos días no tengan nada que ver con el copywriting ni (por extensión) las ventas.

Pero cada año es más difícil.




El caso:

Como este año Navidad y año nuevo caen en el día del Señor, te lo cuento hoy.

Cito de memoria lo que me dijo un amigo, que es un tipo muy listo:

“Un economista es alguien que te dice lo que va a pasar, y que luego cuando no pasa, te explica por qué no ha pasado”

No entro a valorar eso.

Tampoco salgo.

Pero es gracioso porque me imagino a alguien hablándole del Tarot a esta gente…

(Este Tarot al que entras marcando un 902 y eso)

Y me los imagino echándose las manos a la cabeza pensando que el mundo está rodeado de gilipollas.

Oh




Pero sigamos.

Sabiendo esto, lo que te quiero decir es, sea cual sea la predicción:

Como le vaya al mundo y cómo te vaya a ti, no tiene nada que ver.

Nada que ver.

No te estoy diciendo que dejes de controlar lo que no tiene que ver contigo porque joder, a poco que veamos fotos de postureo en Instagram, pues seguro que alguna llevaba esa frase.

Eso entiendo que lo tenemos todos claro, vamos.

Lo sabe mi primo, que hizo la comunión hace 4 años y pico.

Lo que quiero decir es que, en la mayoría de los casos, tampoco te afecta.

Porque cómo funciona una sola empresa no tiene nada que ver con cómo funciona el país.




Un grano de arena no es el desierto.




Unos tiran los precios, y otros que hacen “lo mismo” se hinchan a vender.

Ahora, lógicamente, si haces (o peor, dices que haces) lo mismo que todo el gremio, pues es más fácil que te pille el toro. 

Esto no es para poner nervioso a nadie.

Es que es así.

Por eso te comentaba que cada año es más difícil hablar de cosas interesantes en Navidad que no tengan que ver con la venta, porque todo tiene que ver:

– El respeto que te tienes y te tienen.

– El tiempo que tienes y que te tienen.

– Lo que tú disfrutas trabajando y lo que ellos disfrutan comprándote.

¿Ves?

Es difícil.




En todo caso, y aunque no me has preguntado:

Hagas lo que hagas, de verdad, échate la culpa siempre a ti y nunca jamás vayas a una manifestación.

Si haces otra cosa, te mandas un mensaje horrible.

Feliz Navidad.

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