Te cuento una historia curiosa.
Este sábado asando carne conocí a alguien bla-bla-bla.
Ese alguien se llama Pepe.
Pepe me contó muchas cosas interesantes para la venta.
Te cuento un par.
Pepe es un tipo que mejora artesanalmente un tipo de moto muy específica.
Hay gente que las compra, saben que se rompen en situaciones X, y antes de arrancarlas siquiera se las llevan a él para que las corrija.
Ya te digo:
Yo no me he montado en ese tipo de moto, imagínate ya los detalles técnicos.
Para mí son mandarín.
Pero las ventas (aunque muchos piensen que sus clientes son minotauros) pues son lo más humano que hay.
No son tornillos.
“Pues tío, viene el tipo este con su coche de 200.000€ a mi puerta a decirme un miércoles que necesitaba el sillín de la moto el viernes.
Le dije que imposible, que no tenía tiempo.
Me dijo que tenía que ser así.
Yo sabía que tenía que hacer espuma, cortado, molde, ajustado…
Y bueno, yo aparté otras cosas que tenía para darle algo el viernes.
Y me puse a currar por las noches”
Inciso:
A buenas horas uno pone en espera a la gente que le hace la vida fácil por un garrulo con exigencias.
Pero este tipo de amnesia es muy común:
Si tienes buen corazón (y este chico lo tiene) quieres resolverle el problema al que tienes delante…
Y se te olvida que ese corazón hay que guardarlo para los que están detrás y sí te respetan.
Se pone peor:
“El caso es que le pido 900€, que no era mucho, y no supe más.
Un día por Instagram veo que sube fotos con el sillín pintado.
Le escribo:
– ¿Cuándo piensas pagarme?
– Es que el sillín ajustaba mal… y me lo tuvo que ajustar otro chico a la semana siguiente por 300€…”
En fin.
Veamos:
1. Un tipo es el puto amo en lo que hace y no tiene competencia real.
2. Ese tipo deja que un garrulo con prisa lo ponga a trabajar por las noches con ansiedad y sin dejarle dar el mejor servicio posible.
3. Le hace el favor para que salga del paso, y el garrulo con prisa se quiere descontar 300€.
Joder, tú.
Me habló de su negocio:
“Es que yo no quiero comprarme máquinas de 50.000€ e ir por volumen con 15 a mi cargo.
A mí me gusta ponerme la música y arreglarlo yo en el taller.
Y eso creo que lo hacen dos tipos más en Francia, y yo.”
A veces creemos que sólo hay un camino.
Que para ser rentable, tienes que tener “la empresa clásica”.
Y lo que hace falta para ser rentable es vender bien la solución que te permita tener la vida que tú quieres, con un trabajo que disfrutes y que sepas que ayuda más a un perfil que el resto.
Pero claro, si esperas que eso lo vean ellos…
Pues vas a tener que esperar más.
Eso es así.