Marketing: España vs. EEUU



Ser fan, grupi, fanático, o estar obsesiondo con los gurús del marketing americanos no pasa nada, de hecho puede ser muy bueno. 

¿Mirar fotos suyas en el móvil, que nos salte una lágrima y de pronto nos entren unas ganas irresistibles de besar la pantalla?

No lo juzgo.

Quizá consumir lo que nos llega de allí es como el brócoli: puede ser muy beneficioso, pero si es lo único que comes y pierdes la perspectiva del resto igual tienes carencias.




Quien los defiende a ciegas, lo hace con un argumento que en esencia es cierto, pero que verás que está mal aplicado.

Dicen que “los principios que mueven a los sapiens a tomar decisiones de compra son universales y más viejos que los puentes”

Y es cierto.

Pero cómo se aplican, oh my friend, eso no es universal.

Nada universal.




Te cuento algo breve:

Cuando estaba perdido por un barrio a las afueras de Katmandú sin GPS, ni móvil, ni lugar dónde ir a por un plato de arroz, me crucé con un señor muy simpático que se diría:

“El blanco este seguro que me ayuda a practicar inglés”

Me dio un montón de consejos sobre la zona, y le invité a comer, pero como ya había comido y no sabía qué hacer para agradecerle la información, hice el único gesto que “me sé” para demostrar respeto a un tío que no conozco de nada:

Darle la mano.


Él me la dió también, pero dudó un poco y me hizo dudar a mí.


Dijo: “No te preocupes, me acabo de duchar, pero no le des mucho la mano a la gente de aquí, porque cuando vamos al váter, ya sabes…”

Y me dijo que para mostrar respeto, mejor una reverencia y arreando.

El principio era el mismo, pero cómo lo comunican no.

Eso es cultural.




Cuando vamos a Estados Unidos a coger lo que a ellos les funciona y lo fusilamos en España, no entendemos que esos textos están escritos para las cabezas de los americanos.

Para las nuestras no,

para las de ellos.


Esto es como aquel monólogo de Goyo Giménez:

¿Alguna vez un jefe te ha dicho que estás muy implicado en un caso, que mejor te tomes unas vacaciones?

No, porque no eres americano.


¿Te cruzas con un amigo que hace una semana que no ves y gritas Oh my God, oh my God, this is so amazing… como si fuera lo mejor que te ha pasado en la pu ta vida?

No, porque aunque te alegras de verle, no eres americano.


¿Salvas de media 47 vidas a la semana?

No, y si fueras americano tampoco.




Pensar que lo que funciona allí funcionará igual de bien aquí es pensar que la manera de ver la vida de Margaret es la misma que la de Mari Loli, y que le tienes que soltar el mismo rollo.

“Un Novedoso Dispositivo Pone al Descubierto a Unos Proveedores de Internet Avariciosos a la vez que Acelera tu Lento Internet.”

Mmm.. quizá no.




Hay mucha gente que (gracias a Dios) esto lo ve raro, les hace sentir que algo va mal.

“No me siento cómodo”

Y es normal, yo tampoco. Y sus clientes tampoco.

¿Por qué?

Porque no somos americanos.

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