Todo el mundo sabe que el dinero no, pero la riqueza y la pobreza son relativas.
El país más “rico” del mundo me enseñó que, aunque aseguremos los mínimos para tener una vida “digna”, se puede seguir siendo pobre.
De vacaciones en una playa de Tailandia tirando el dinero, pero pobre como una rata.
Esto a muchos españoles les suena a película americana o a charla espiritual de Jim Carrey con moraleja para desmitificar el ser rico.
“Así la gente no se obsesiona con estas cosas.”
Pero cuando un lunes el tren se retrasa porque alguien se ha tirado a las vías, piensas que igual sí tienen parte de verdad.
Y cuando escuchas a la gente cag**** en los difuntos del recién difunto porque les ha hecho llegar tarde 15 minutos, sientes miedo.
Y te sientes solo.
Cuando pensamos que nuestro problema es que no tenemos “un poquito más de dinero” no nos damos cuenta de que este es un problema de gente rica.
No me entiendas mal, hablo de un poquito más de dinero del que necesitas para llevar una vida “razonable”.
Una que te gusta, aunque no puedas evitar en pensar en más.
Si miramos los datos, Suiza está en el puesto 25º del Ranking de suicidios, y España en el 59º.
Y tienen sol (menos, pero no es Inglaterra), diversidad cultural, pistas de ski a tiro de piedra, dinero (mucho), naturaleza y están libres a partir de las 5 de la tarde.
Raro, raro.
O bueno, no tan raro.
Una sociedad, contra más individualizada, puede -por definición- tender a estar menos conectada.
Los problemas de aislamiento se resuelven (no me llames genio) con conexión.
(A veces, en España a los laboratorios de la conexión se les llama bares o peluquerías).
Pero claro, yo me pongo a pensar en algunos textos, campañas, mails…páginas de inicio, sobre mí, servicios… páginas de venta…
Pues seguro que son negocios ricos y bien montados, pero me pregunto con quién conectarán.
Y tú deberías de preguntártelo también.
Porque si tu negocio va a depender de lo que conecte tu imagen o tu discurso con la gente que puede comprarte, pues a mí no me gustaría estar más cerca de Suiza que de España.
Pero bueno, eso ya lo ves tú.
O lo veo yo y vamos más rápido.
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Pablo.