Hace ya año y pico anoté algo que me comentó una cliente porque me pareció muy bueno. Esta chica vendía cursos de formación y también un servicio de mentoría. Cuando hablábamos para tratar de mejorar la orientación de la venta de su mentoría, yo le dije que me contara todo sobre esas sesiones. Y me dijo algo muy bueno: “No te creas que hablamos de cosas super interesantes o trascendentes, al final son cosas tontas” Cosas tontas. El problema con mucha gente que busca cosas para listos* es que se van tan lejos de la realidad. Tan, tan lejos. Que al final los que se preocupan de las cosas más tontas acaban haciendo cosas bastante más inteligentes que ellos. * Inciso 1: estoy contigo en que ponerle un nombre raro a un método y hacerlo complejo para que tu cliente sienta que paga algo “pensado” va engañar a muchos listos… pero los engañará una vez. * Inciso 2: también pueden justificar su trabajo delante de un jefe, porque si ese jefe también es muy listo pues no les pagaría por algo tonto, está claro. * Inciso 3: ante la duda, si eres listo pon el título en inglés. Dicho esto. Yo no puedo tirar la primera piedra, porque soy culpable de dejarme deslumbrar por las cosas que brillan. Lo hice más tiempo del que le reconocería a la chica que me gusta. Y no me arrepiento: Para tener la suerte de volver a las cosas tontas hay que haber querido ser demasiado listo antes. Ya está hecho. Ya está tachado. Entonces ahora que de momento no puedo ofrecer servicios “pesados”, hay algo bastante más económico que eso y que puede desatar muchos nudos invisibles que hacen que no vendamos lo que podríamos vender. Se pueden señalar en una hora. Pulir y revisar en dos. Y Hay algo más aquí |
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