Lo que no hace Hollywood para explicar mejor tu producto en menos tiempo.



Puedes tener un producto muy original o valioso y puede que eso solo no te sirva de mucho.

De hecho, contra más original, puede que te dé más trabajo.

¿Por qué?

Porque los demás tienen que entenderlo.

Podrían no entenderlo, 

pero es menos rentable.




Y si tardas más de 5-6 segundos en decir lo que haces, casi seguro que no te van a entender.





Los hermanos Heath, profesores de Stanford contaban algo al respecto que me pareció genial.

No sólo decían que lo original costaba más comunicarlo porque no había precedentes.

También decían que a la persona que lo hubiera desarrollado le esperaba una de las peores trampas al buscar que alguien le financie el proyecto o la vida:

La maldición del conocimiento.


La maldición del conocimiento es cuando eres tan, tan, pero tan bueno en algo que se te olvida que los demás no lo son.

Que tú vas bien de conceptos complejos.

Pero que Pacco no te entiende.

Y Paco tiene el dinero.





Claro, en Hollywood hay miles de guiones.

Hay que explicar la esencia de una película en 10 palabras.

A mucha gente.

A mucha gente que no quieres que “se haga una idea”.

Quieres que sepa.

Que “se haga una idea”, no.

Y, ¿qué pasa?

Que la película es original… y además no existe.




Una persona que empezó ayer a vender puede pensar que tiene todo el tiempo o toda la atención posible para ponerse a explicar su concepto.

Y puede que ella lo tenga.

Pero el de delante no lo tiene, porque tienen que contarle 500 conceptos más.

Y no hay tanto oxígeno disponible.



Llega un momento en que hay que saber simplificar.

Porque si en esos pocos segundos no lo tienen claro, has perdido el control de tu mensaje.

Ahora, ¿cómo tenerlo tú, evitar que “se hagan una idea” y hacer que lo sepan?

Pues vas muy rápido a lo que ya saben.

¿Y cómo haces que lo quieran?

Pues vas más rápido a lo que ya quieren.

¿Y cómo?

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