La trampa de vender tu tiempo



 
Esto que te cuento pasa en productos, pero pasa más en servicios.
 
Así que si vendes algo y conectas un poco con lo que te comento aquí, vas a ver una cosa:
 
Vas a ver que por narices formas parte de un porcentaje muy bajo de gente que se vende mejor.
 
Te lo demuestro rápido.
 
 
 
 
Llamaremos “fase 1”a lo que hace (a ojo) el 95%:
 
 
La mayoría de gente cuando trata de presentar su proyecto se acojona, le entra el complejo de inferioridad y se pone a copiar lo que tampoco le funciona al de al lado.
 
Copian las chorradas que dicen,
 
copian el tono con el que las dicen, 
 
copian la plantilla,
 
copian la tipografía, 
 
copian.
 
 
 
 
Si están en la “fase 2” (2 o 3%) entienden que para que alguien te pague deben demostrar que les resuelven la papeleta.
 
Todo bien, vamos por buen camino.
 
Pero cuando tratan de meterse en la vida y en la cama de la gente que les paga… aparece un:
 
 
«¿Por qué invertir tiempo en ______ ?»
 
 
Y se ponen a filosofar sobre la importancia de delegar.
 
De que su cliente delegue.
 
No venden lo que tienen que vender. 
 
Venden tiempo.
 
Y el tiempo se paga, pero se puede pagar mucho o se puede pagar poco.
 
Y si lo más fuerte que vendes es tiempo, en la gran mayoría de los casos se paga poco.
 
 
 
 
(El ejemplo claro es lo que cobra un repartidor de las empresas esas que salieron anteayer y que no les dan ni la bici)
 
 
 
 
¿Vendes solo tiempo?
 
No pasa nada.
 
Pero es gracioso que gente coleccionando diplomas siga vendiendo tiempo, ahí yo creo que estamos de acuerdo todos.
 
Si ves que el verdadero techo de cristal es hacer ese tipo de cosas con tu negocio…

Hay algo más aquí.