Casi seguro que te suena, pero por si la locura de la espiritualidad no ha tocado a tu puerta, Osho fue un maestro que murió hace 30 años y dejó todo un legado de seguidores, pero no quería hablar de eso. Quería hablar de una respuesta que dio y que me pareció muy importante, Importante si quieres ayudar a alguien y que te pague por ello, claro. Como todos los que abren la boca para decir algo y no rellenar el silencio, por lo visto sus enseñanzas estaban llenas de escándalos, agitaban a muchos, Con razón o no, eso aquí no importa. Lo que importa es lo que contestó en una entrevista cuando le preguntaron por qué tenía 90 Rolls Royces, y si era honesto ser un maestro espiritual y promover la riqueza. Él contestó que los ricos, cultos y educados eran los únicos que de verdad entendían su mensaje, pero la parte importante fue el final: “Los pobres e incultos no pueden entenderme porque la brecha es demasiado grande. Escucharán lo que digo, pero no lo entenderán”. Riqueza o pobreza, cultos o incultos, eso aquí da igual. Lo importante es cuando la brecha es demasiado grande, cuando te escuchan, pero no te entienden. Crecer en el mundo de hoy, casi por definición es aumentar esa brecha, De crío hablabas de las mismas series de televisión en el patio, tenías los mismos profesores, salías con las mismas personas a ver el mismo partido de fútbol. Hoy, te sientas a la mesa con gente que hace mucho tiempo que eligió su profesión, su formación, en qué dirección avanzaba. …y la brecha ya es muy grande. Cenando con amigos resulta que todos somos economistas, epidemiólogos, coach de parejas, hacemos los cambios mejor que Zidane… Decía Joan Fuster que la mayoría de edad llega cuando el hijo empieza a sentir compasión por el padre, pero yo creo que también es cuando uno deja de intentar salir ganando y convencer al de enfrente de algo. Hay gente a la que nunca va a interesar lo que haces, o no lo necesita. Pero si sí lo necesita y tú quieres vender, vas a tener que encontrar los medios para cerrar esa brecha. No pueden escucharte y no entenderte, porque aunque tú seas una autoridad y ellos lo sepan, si quien va a comprarte no te entiende, si no lo siente dentro de verdad, entonces tienes un problema. Cierra esa brecha una vez, una vez, y verás a la gente pasar poco a poco a tu negocio. Mucho más, aquí. |
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