Inteligencia artificial… ¿o estupidez natural?

Ayer por la noche, una amiga (que empezó como cliente mía y acabé yo como cliente suyo) me reenvió una imagen al whatsapp:

“Bueno, bueno bueno……

Para lo que mis colegas usan la inteligencia artificial”

Era una pregunta frecuente que le hacían a una empresa de inteligencia artificial.




La pregunta:

“¿Cómo podrías ayudarme a ligar en las aplicaciones de citas?”

La inteligencia contestaba que de muchas maneras.

Y tras lavarse las manos con un:

“…me gustaría recordarte que el coqueteo puede ser un tema delicado y debe abordarse con cuidado y respeto.”

…pues dijo las maneras:




– Darte temas para abrir conversación..

– Ayudarte a escribir un perfil atractivo…

– Auditarte los mensajes…




Esas cosas.

A ver, que cada cual haga lo que quiera. 

Pero yo a esto le veo algo bueno para el que compra y malo para el que vende. 




Lo bueno para el que compra:

La persona conquistada (es decir, el estúpido natural) no tiene que esperar dos años para decirse eso de “esta no es la persona de la que me enamoré”, porque antes de que venga el camarero ya lo sabe.


Lo malo para el que vende:

El conquistador (es decir, el inteligente artificial) vende un 8 y entrega un 5.

Eso es una putada tremenda, lo sabe todo el mundo.

Seamos artificiales o naturales, todo el mundo.

Es de primero de emociones.

(Ya no entro en si es ético o no añadirle una desilusión a gente a la que ya no le cabe otra, como si empujaras un tetra brik en una bolsa de basura que no da más de sí)




Acabando:

El chiste de todo esto es que tu capacidad de atraer clientes no tiene nada que ver con tus vicios o con tus virtudes.

(Hay empresas que se parecen mucho en eso y poco en la  facturación)

Tiene más que ver con cómo se sienten.

Por eso, no siempre se trata de cambiar ni de mejorar tú (aunque eso por supuesto sea importante)

Se trata más de trabajar en ellos:

hay algo más aquí