Ver claro esto una putada.
Porque si queremos tener más impacto en nuestra comunicación, vemos esto claro y no le ponemos remedio…
Toca mirarse al espejo y admitir que en realidad tenemos miedo.
Y el miedo cuando aún nos tirábamos piedras se llevaba bien con la vida y eso.
Pero hoy es 2022 y se lleva regular.
El otro día un amigo mexicano me pidió consejo para un titular.
(de esta conversación si hablo será ya en un curso y no será pronto)
Cuando le di mi titular, me dijo:
“Wey. Joder jajaja entiendo a tus clientes y que les de miedo ir con tus ideas. Arriesgado eres cabron”
Lo arriesgado es no plantearlo como lo hicimos, pero bueno.
Hablando de riesgos:
No ha habido mejor momento en la historia para ser arriesgado y con el ejemplo de Beckham se ve muy claro.
Si en 2002 llevabas pendientes,
te tintabas el pelo,
te tatuabas ciertas cosas,
…o te apetecía expresarte de otra forma que no fuera sota, caballo o rey,
Pues como diría un amigo, para la gran mayoría igual “eras del barrio del Carmen”, ya me entiendes.
Por supuesto, Beckham no inventó nada.
Pero aprovechó el inmenso foco mediático (y su cara) para asociar muchas cosas a su persona que nadie estaba asociando porque todos eran iguales.
Abrió un mercado.
Eso no lo tienes que creer.
Eso es así.
¿Hoy quieres destacar con tu imagen siendo hombre?
Puedes.
Pero te costaría mucho más porque el nivel ha subido.
Para llevar esto a las ventas:
Vivimos en la época donde más gente tiene más miedo a que más idiotas (con tiempo libre) se puedan sentir más ofendidos por cosas que no molestarían a nadie con 0,25 dedos de frente.
¿La estrategia*?
Transformarnos en el osito del suavizante.
Genial.
Un tipo que sabe muy bien de lo que va el juego me dijo hace muchos años algo que no se me va a olvidar:
“Sin la posibilidad de molestar, no existe la posibilidad de gustar”
Oro.
Oro porque hoy hay muchas posibilidades de molestar
(con cabeza)
Así que si quieres gustar tienes muchas posibilidades de hacerlo también.
Por si vendes algo que merezca la pena: