Si tienes una empresa y ganas de que tu página de inicio sirva para algo más…
(algo más de que gente que ya te iba a llamar antes de entrar busque tu teléfono o tu email…)
Si tienes esas ganas, bajemos al infierno.
Hoy.
Ahora.
Al infierno.
Cogemos el ascensor, bajamos, miramos, vemos, y subimos otra vez.
Muy rápido, no hace falta más.
Te hablo de un posible infierno.
Igual lo compartes, igual no.
Un posible infierno es una calle muy estrecha, llena de restaurantes en un lugar turístico.
Esa calle está llena de mesas vacías con cubiertos.
Distingues esos restaurantes porque los cojines de las sillas, unos son granates y los otros verde oscuro.
Pero el resto es igual.
Cada restaurante pone una foto de sus 500 platos combinados.
Y un camarero en el borde.
10, 20, 30 camareros.
Todos en el borde.
Tú pasas y dices:
“Mierda, me va a decir algo del tipo:
¿Desean-cenar-tenemos-mesa-para-tres-en-terraza?
…y voy a sentirme incómodo”
Y efectivamente, pasa eso, con ese y con el resto.
Nunca sentirse vidente fue tan poco excitante.
Eso es así.
Incluso si la calle no estaba llena y tú querías sentarte en un sitio a cenar porque no había camarero, alguien te ve dudar y te dice:
– ¿Desean-cenar-tenemos-mesa-para-tres-en-terraza?
Y tú en ese momento te callas un:
– Estaba viendo si deseaba cenar, pero ya no lo deseo.
Dar cosas a gente que aún no sabe si las quiere… bueno, cada uno sus estrategias.
Otra es forzar la decisión de alguien con 4 datos atropellados.
Suerte.
Esto te lo comento porque todos esos camareros no son muy diferentes de cómo te recibe la gente en la gran mayoría de sus webs.
Te lo tiran a los brazos.
Si te descuidas, parecen las gitanas esas que se ponen por el centro de Granada y te ponen una planta en la mano.
Tú mirando una fachada bonita y de golpe:
“¿Coño, señora, qué hace?”
Y pum, te llevas una maldición.
Pues nada.
Que lo mismo en vez de forzar una decisión, quieres forzar otra cosa.
(Esto tras este email parece muy obvio, pero hay gente que se lo lee 5 veces y ni así)
Para gente que con una le basta…
