Si no te gusta el boxeo y ya se te pasó la época de ser el más malo del gallinero es difícil que conectes con Mike Tyson. Puedes apreciar que es un gran campeón. Pero más allá de sus méritos deportivos, un tipo agresivo con varios dientes de plata, un tribal tatuado en la cara y que (literalmente) come orejas… Pues para muchos sería complicado entenderle. Alguien así puede no decirle mucho al resto de personas que no le ven mucho sentido a ir por la vida dándose hostias como animales. Es complicado que Mike conecte con gente que se gana el respeto de otro modo. Para mucha gente es casi un indeseable. Eso es así. O eso sería así, si Mike se callara. Porque si él vendiera cualquier cosa y quisiera cambiar de un golpe (no literal) su imagen, podría hacer algo interesante. ¿Sabes por qué Mike empezó a boxear? Mucha gente no lo sabe, pero pasó lo siguiente: Cuando Mike iba al colegio, un matón quiso provocarle. Los matones siempre intuyen bien los puntos débiles de un niño y van a por ellos sin piedad. Y este matón sabía que a Mike le gustaban las palomas. Mike tenía muchas palomas. Y un día, el matón cogió a una de ellas y le arrancó la cabeza delante de Mike. «El tipo le arrancó la cabeza a mi paloma. Esa paloma era lo primero que había amado en mi vida.» (Y no hace falta mirar el horóscopo para saber lo que pasó) «Esa fue la primera vez que pegué un puñetazo. He amado a las palomas desde que tenía nueve años. Eran mi escape.” (Porque no fue fácil para Mike) «Yo era gordo y feo. Los niños se burlaban de mí todo el tiempo. La única alegría que tenía eran las palomas». Dicen que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta. Vale. Pero si me preguntas (y no lo has hecho) te diré que es una buena historia. Una buena historia lo cambia todo. Uno se puede romper el lomo haciendo una cosa, y otra y otra por su negocio, y es difícil que tenga más magnetismo que una buena historia. Para aprovechar el poder de las historias: Hay algo más aquí PD: Si confirmamos que Mike no duerme con niñas pequeñas, entonces es como Gandhi pero en decente. PD2: Si tu historia no la cuentas tú y la cuentas bien, la van a contar otros… y casi mejor que repitan lo que tú quieres que cuenten. |