Una idea contagiosa de Nolan



Hay una escena de Origen que me gustó mucho.
 
Vi la película cuando salió, y la verdad es que no recuerdo la mayoría de cosas, pero hay una escena de la que sí me acuerdo.
 
Y cuando hay escenas de las que uno se acuerda 12 años después, es porque o ha aprendido algo o ha sentido algo.
 
 
 
 
DiCaprio está cenando con un tipo importante y otro menos importante, y le pregunta al importante:
 
 
“¿Cuál es el parásito más resistente?
 
¿Una bacteria?
 
¿Un virus?
 
¿Un gusano intestinal?”
 
 
El tipo menos importante lo intenta frenar porque no quiere que el tipo más importante se lo tome a mal.
 
Pero DiCaprio sigue:
 
 
“Una idea. 
 
Resistente… altamente contagiosa. 
 
Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible de erradicar. 
 
Una idea totalmente formada -completamente entendida- que se adhiere…
 
Justo ahí en alguna parte».
 
 
 
 
Una idea.
 
 
 
 
Esto quizá no nos sorprenda ni nos diga nada.
 
Igual “ya lo sabemos”
 
Pero, como siempre, la misma gente a la que no le sorprende ni le dice nada porque “ya lo sabe” es la misma que deja que un visitante entre en su negocio y se vaya de él sin nada puesto.
 
¿Puesto de comprado?
 
No.
 
Puesto en la cabeza.
 
 
 
 
¿Es poner el nombre de un servicio una idea contagiosa?
 
¿Nuestra experiencia?
 
¿Una sonrisa con camisa?
 
¿Un descuento?
 
 
 
Si me preguntas (y no lo has hecho) te diré lo que ya sabes:
 
Todo eso no llega ni a idea… así que de lo de contagiosa ya ni hablamos.
 
 
 
 
Es una pérdida de dinero tremenda el dejar que esto siga pasando en un negocio.
 
Que alguien acceda a ti y no se lleve nada puesto, es una pérdida de dinero tremenda a todos los plazos.
 
Pero eso ya es cosa de cada uno.

Hay algo más aquí.