El mejor tipo de imagen para vender tu producto o servicio.





Eso de que aprendemos de nuestros errores “extrayendo patrones” es una gran mentira,

aunque los hayamos cometido 25 veces, si estamos dormidos, es una gran mentira.

Te lo explico con un ejemplo que te va a ayudar a impactar con tus imágenes y matamos dos pájaros de un tiro.







El 5º libro de Harry Potter salió en inglés cuando yo tenía 15 años. Era un tocho increíble, demasiado para mi B1 de la época. El libro más el diccionario pesaban más que mi cabeza.

El caso es que Harry estaba muy colado de Cho Chang, una maga.

Yo estaba en la cabeza de Harry y no soy de piedra, entonces cuando él me la describía pues yo también me iba enamorando de ella, claro.

Mientras leía, me asaltaban mil dudas:


¿Se atreverá a tirarle los trastos?

¿Le hará Cho la cobra?

¿Se meterá Hermione por medio y nos joderá el plan?






Luego salió la película y fui a verla. 

Había pasado tiempo, pero aún tenía a Cho en mi corazoncito.

Me quedé frío cuando la ví. La que estaba ahí, en la pantalla, no era mi Cho. Yo no me había colado de esa chica. 


“¿Quién es esa tía? Cho no es tan baja” 

“No sonríe así” 

“¿Por qué hace ese gesto raro?”


Yo no la había imaginado así. 

Paradójicamente, al enseñármela, me la habían quitado. Resulta que al final, la imagen que valía para mí, era la que J. K. Rowling había dibujado en mi cabeza.

Repito:


La imagen que valía, era la imagen de mi cabeza,


…porque a falta de información, mi cerebro la completó con lo que él quería para hacerla más deseable. Y claro, resulta que había tantos millones de Chos como de lectores.






Te podría decir que ese día aprendí una lección imborrable, pero sería una gran mentira,

porque ni eso me había pasado muchas veces como para sacar un patrón, ni con esa edad sabía lo que significaba la palabra “patrón”

Esto lo comentaba Kindra Hall en “Stories that Stick”

y yo, buscando dónde agarrar su hipótesis a mi realidad, me acordé de Cho Chang.



Te podría decir que para vender lo mejor es poner un montón de fotos donde salga tu producto hasta visto en el microscopio, pero sería otra gran mentira, 

Porque para vender, la imagen que cuenta es la que tu cliente tiene en su cabeza, 

¿La que se parece a lo que tú le ofreces? 

No, esa no.

La que se parece a lo que él quiere.

Mucho más, aquí.

Pablo.

PD: y sólo la puede construir con tu ayuda.