«Recuerdo que cuando estaba en la universidad estudiando historia había un importante historiador del Tercer Reich, Ian Kershaw. Y su cita fue: «El camino a Auschwitz estaba pavimentado con indiferencia» Sé que no es muy divertido ser humorista y hablar del Holocausto, pero creo que es una idea interesante que no todo el mundo en Alemania tenía que ser un antisemita enloquecido. Sólo tenían que ser apáticos». –Sacha Baron Cohen Aquí resisto la tentación de hablar del precio de la luz y las nuevas propuestas de tarifas para autónomos porque todos los que están puestos en ventas.. (Ojo, no digo los que venden, digo los que están puestos en ventas) ..saben que el numerito es lo de menos y la emoción es lo que más. (Inciso: sí, ya lo sé, esto se aplica a todos los seres humanos menos a los tuyos Alfonsito. Tus clientes son muy racionales, tranquilo.) El caso es que la gente sale a la calle por unas cosas y no por otras. Por eso los números del robo, sin una emoción, podrían cubrir el suelo de Auschwitz también. Volvamos a ese suelo. Ese suelo es importante. Después de ver páginas y páginas de la competencia de mis clientes uno se da cuenta de esto: En la inmensa mayoría de los casos, no tienen competencia porque nadie se ha preocupado de trabajar la emoción. Son textos, mensajes, campañas… (llámalos como quieras) tan apáticos y tan planos, que la secuencia es: 1. Me aburro. 2. Esto me da igual. 3. Otro medio minuto perdido, me cago en la h*****. Y ¡pum! ya tienen otro amigo. Esto lo sabes porque nos pasa a todos, lo que pasa es que siempre pensamos que hacer perder medio minuto al otro no es para tanto. Pero si nos los hacen perder a nosotros, entonces sí es para tanto. ¿Somos narcisistas? También, pero esa no es la razón. La razón es que hay cientos de personas que nos quieren hacer perder medio minuto al día. Y allí se nos va la vida. Y allí se nos van las ventas. Por si decides prestarle un poco de atención a eso: Hay algo más aquí |
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