El email más perroflauta que he escrito hasta la fecha (creo)

Hay una frase que le escuché a Joan Melé y me gustó mucho.

Joan era director de Triodos Bank. 

Decía algo así:

“Si algunos padres hubieran visto en qué se gastaron sus hijos el dinero de sus herencias… 

Lo habrían donado a causas en las que ellos creían”

Bueno, aquí no vamos a entrar en la diferencia abismal que existe entre mover dinero y mover tu dinero.

Eso está claro.

Pero te cuento esto porque cuando escribí sobre las subvenciones del gobierno del “kit digital” (se llama creo) hubo movimiento en la bandeja de entrada. 

Y a ver…

Muchos que tengan una empresa igual se molestan con lo que digo aquí,

pero como hoy en día todo está hecho para no molestar, vamos a hacer algo “vintage”.

Veamos:

El dinero es compromiso, es esfuerzo, es valor transferido. 

Es un acto de confianza. 

Y es esa confianza la que da sentido a una compra. 

1. Creo en algo.

2. Me ilusiona.

3. …y decido jugármela con mi dinero.



¿Qué sientes cuando apuestas con el dinero de otro?

A eso me refiero.



No pretendo ser aquí el hierbas, pero cuando no es tu dinero pasa algo:

La energía que debería estar ahí no está.

Debería estar.

Pero no está.

Y el cuerpo lo sabe.

Y la vida también.

Y ya que nos calentamos, el uNiVeRSo también lo sabe.

Hay algo ahí que no cuadra.

Por eso (salvo casos excepcionales) no creo en las ayudas.

Porque el concierto al que irá ese chaval (con los 400€ de bono cultural) lo disfrutaría más si lo sacara de juntar las pagas que podría darle su padre autónomo o su madre…   si no les multaran cada mes por trabajar.

Ese dinero sería algo más suyo.

No sería dinero gratis que tener que quemar.

Sería dinero que invertir.

Nada que ver.



Para no alargarme:

Que agentes digitalizadores que no venden con su web digan que te van a hacer a ti “una web que venda” con el argumento de que paga papá estado me da igual porque el chiste se cuenta solo.

Pero si el único motivo para poner a punto tu negocio es que lo paga Pedrito eso no me da igual… 

Porque no hay ganas de verdad.

Y para mí eso es una bomba, te lo digo de verdad, me baja la energía a los tobillos. 

Para el resto:

hay algo más aquí