Dos formas de repeler clientes.

Hay cosas que creemos y son rentables.

Y otras que no lo son.

Aquí te cuento dos que, en tus páginas de venta, no lo son.

Dos, por si te ayudan.

Una cliente me pasaba sus páginas de venta y me decía esto:

—

“Hola Pablo,

solo que me ronda la cabeza que me he pasado de literatura…

Espero tus impresiones, pero estoy viendo webs del sector, que sin llegar a lo de esta: (aquí enlace) no se gastan nada en párrafo…”

—

Paremos aquí.

Si nadie de tu competencia se gasta nada en párrafo, te están regalando la oportunidad de ganar dinero.

Estás compitiendo contra mudos.

Contra gente que podría elegir demostrarle algo a su cliente, y no lo hace.

Lo que debería de darnos miedo es ponernos cinta americana en la boca como ellos y esperar a que digan:

“Me quedo con mudito número 2, me gusta la tipografía que usa”

Las cosas no funcionan así.

Seguimos:

—

“Y también que me faltan datos técnicos. Creo que está escrito para un cliente amateur, pero el que ya sabe de lo que le hablo, y maneja datos técnicos, software, etc, quiere ver que lo manejamos.

Los miedos e inseguridades del cliente, son casi las mismas, pero tampoco quiero pecar de tratar al cliente por novato o que se sienta infantilizado.”

—

Cuando yo le hablo a algún amigo de mis problemas y él me cuenta lo que me puede estar pasando según su experiencia…

No siento que me trate como si fuera un niño.

De hecho, es de las conversaciones más adultas que alguien puede ofrecerte.

Es lo que queremos.

¿Lo contrario a esto?

Decirle cosas como “es ahora o nunca”, “atrévete” y gilipolleces así.

Eso sí que es tratar a alguien como si sus padres fueran primos.

Hay gente que en su web le está gritando a su cliente “no me pagues” y no lo sabe.

Por si quieres que más gente deje más dinero en tu negocio:

Hay algo más aquí.