Dónde encontrar el punto caliente al vender y una sorpresa.

«Los mejores momentos leyendo son aquellos en los que te encuentras con algo -un pensamiento, un sentimiento, una forma de ver las cosas- que considerabas especial, particular para ti.

Y aquí está, expuesto por otra persona, una persona a la que nunca has conocido, tal vez incluso alguien que murió hace mucho tiempo. Y es como si una mano saliera y tomara la tuya»

–Alan Bennett, The History Boys.

Esa reflexión es de una película que no he visto y la dice el tipo que hacía de tío cabrón de Harry Potter.

Pero ten por seguro que si hay un punto en el que escribir una novela y escribir para vender se tocan, es justo ese.

Es muy difícil vender (mucho, bien y respetando los precios) si en el otro lado de la orilla no hay nadie identificado con lo que haces.

Y yo no digo que alguien no pueda identificarse con ser profesional,

empático,

tener 23 años de experiencia,

visión 360º

o ser líder de su sector…

(junto a otros 8 que también son líderes en ese mismo sector, claro)

No digo eso.

Sólo digo que me parece más difícil identificarse con esas cosas que con otras mucho más sencillas.

También es muy difícil vender (mucho, bien y respetando los precios) si en el otro lado de la orilla no te conocen.

Por eso muchos no tienen confianza en captar a clientes con su web.

(Y no les culpo porque yo tampoco confiaría en que un coche sin motor me llevara a la vuelta de la esquina)

No digo que muchas cosas no funcionen poco a poco,

Ni que sea malo el estar siempre delante de la gente que te compra,

Que te vean la cara,

o que escuchen tu voz.

Sólo digo que me parece más trabajo que hacer que ellos sientan que les conoces y que pueden fiarse de ti.

(aunque tú no estés ahí, como tampoco está un autor delante de ti cuando lees su libro)

Si quieres estar preparado para esto aunque no te pille allí, es simple y es en el enlace:

Hay algo más aquí.