Dime con quién hablas y te diré cuanta pasta pierdes.



Estar de paso unas semanas en tu pueblo está bien. 

Pero cuando esas semanas se convierten en meses, entre semana te falta algo.

(Mira que Suiza era aburrida a veces, pero como ninguno éramos de allí, al final día sí día no había plan.)

El caso es que me hice Instagram para rellenar, porque leer todo el rato me sobreestimula. 




Sigo a varias amigas dentistas. 

Ahora mis noches se acompañan del “antes” y del “después” de los dientes y las encías del personal.

Ojo, que no digo que no sea de valorar que lo que parecía la boca del Hombre de Altamira se convierte en una línea blanca de Leds, pero es que están en todos los lados. 

Mi único miedo es que no me pille masticando mientras me salta el “antes”. La versión de Altamira.



Dicho esto, una amiga que ha abierto ya más clínicas que yo cuentas de correo escribió un día sobre lo que hacía.

Siempre me dice: «Pablo, tú eres inteligente, pero yo soy espabilada».

(Y quizá tiene razón, por eso yo acabé durmiendo poco en una carrera técnica de 500 años y ella se hizo dentista) 

Ella es muy, muy lista. Y muy leída. 

En su pubicación, utilizaba mogollón de conectores. Estaba todo muy bien redactado. 

Una novela, vamos. 

También es muy buena dentista. Y por eso, en su post explicaba el proceso para dejarle la sonrisa como la nieve a la gente con todo lujo de detalles.

Super técnico.





Y entonces yo me dije: 

“Joder, si yo fuera dentista y quisiera aprender este súper proceso, leer esto sería la hostia.”

Pero no soy dentista, entonces dejé de leer.

Y luego me dije: “Pero espera, espera… Si no soy dentista… soy su cliente potencial ¿no?.”

“Pero, pero, pero… ella me dijo que yo era inteligente…





¿Cómo puedo ser inteligente y no entender su publicación?”




Fácil. Porque no estaba escrito para mí.

Ese mensaje no tiene lo que yo necesito leer para ponerme los dientes de Berlusconi.

Y te digo una cosa, ella se va a forrar de todas maneras. Se lo puede permitir. 

Pero si tú no tienes tanta suerte porque la vida no te hizo dentista, pues podemos trabajar tu mensaje en el link, y así te aseguras de que a quien ayudas no deja ni de leer, 

ni de comprar.

Mucho más, aquí

PD: y bueno, que si eres dentista pero no quieres dejarte nada por ahí, también es en el link.