Cuando Freud sabotea tu éxito



Te voy a contar un ejemplo de algo que muchos entenderán de la vida pero no de la venta, y es importante.
 
Igual unimos los dos puntos aquí. 
 
o igual nos quedamos igual.
 
 
 
 
Todos conocemos a alguien que sólo se enamora de la gente que no le quiere…
 
y como diría la vecina rubia:
 
 
“…si no lo conoces es porque eres tú”
 
 
No me meto en si sus padres le hicieron más caso o menos o qué tipo de herida llevan a cuestas porque no es mi tema.
 
Pero hay gente que sólo se siente atraída por otra gente que no está disponible.
 
 
¿Modelo de amor “súper-tóxico-tía”?
 
¿Falta de autoestima disfrazada de afán de seducción?
 
¿Paja mental?
 
 
Da igual.
 
Pasar pasa, eso es lo que importa.
 
 
 
 
A ver, que yo lo pillo, que nos gusta mucho que alguien que nos ignoraba caiga en nuestras redes y que si la novedad y bla-bla-bla.
 
Pero es un tremendo desgaste de energía.
 
En nuestra vida y ennuestro negocio.
 
Y si toda esa energía la empleamos en quien ya quiere lo que nosotros tenemos
 
(lo sepa o no, repito, lo sepa o no)
 
… todo sería bastante más fácil.
 
 
 
 
Todo esto se podría resumir así:
 
 
“Sé como Vodafone, pero justo al contrario”
 
 
Pero no sería suficiente.
 
Va más allá de un mejor trato al cliente que ya paga.
 
Está en los textos.
 
Si me preguntas (y no lo has hecho) yo escribiría para la gente que te quiere y toma las riendas de tus decisiones…  no para los borregos que necesitan ver primero que su mejor amigo contrata algo y ahí ya se fían.
 
Esa gente se va a pasar toda la vida sospechando.
 
Para que los que sí tienen personalidad y quieren lo que tú tienes (sean conscientes o no) se lancen, tengo unas disponibilidades abajo:

Hay algo más aquí.